El lanzador Simorgh falló por tercera vez consecutiva y no logró situar en la órbita planificada al satélite Zafar-1. El último lanzamiento exitoso de Irán se realizó en el año 2015.
La Agencia Espacial de Irán realizó el pasado 9 de febrero un nuevo lanzamiento orbital con el vehículo lanzador Simorgh, también conocido como Safir-2, desde el Centro Espacial Khomeini, en la Provincia de Semnan, Irán.
Según anunciaron las autoridades de la agencia espacial iraní, el cohete Simorgh no pudo insertar en órbita al satélite Zafar-1 debido a alguna falla en el lanzador. El vehículo alcanzó una altitud de 540 kilómetros, pero no aceleró hasta la velocidad necesaria para la inserción orbital del satélite, por lo que es probable que la etapa superior del lanzador Simorgh y el satélite Zafar-1 hayan caído al Océano Índico luego de realizar una trayectoria parabólica.
El Zafar-1 era un satélite para observación de la Tierra de 113 kg de peso. El Ministro de Comunicaciones y Tecnologías de la Información de Irán, Mohammad Javad Azari Jahromi, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje donde confirmaba la falla del lanzamiento y anunciaba que continuarían su esfuerzo para lanzar más satélites.
El lanzador Simorgh había volado por primera vez en el año 2016 en una prueba suborbital y, en el año 2017, realizó el primer intento de vuelo orbital con el satélite Toloo que no pudo completarse al fallar la segunda etapa. El 15 de enero de 2019 falló otro lanzamiento con este mismo cohete que transportaba al Payam-e Amirkabir, un microsatélite de comunicaciones y observación de la Tierra de 90 kg de peso.
Lanzamiento de Zafar-1
El cohete Simorgh tiene una altura de 27 metros, 2,5 metros de diámetro, un peso de 87 toneladas al despegue, consta de tres etapas y tiene capacidad de colocar en órbita hasta 350 kilogramos de carga útil en órbita baja terrestre (LEO). La primera etapa del cohete tiene 4 motores de propulsante hipergólico, la segunda etapa la componen 2 motores, que utilizan el mismo propulsante que la primera, y la tercera etapa, denominada Saman-1, consta de un motor de propulsante sólido.
En febrero de 2019, la agencia espacial iraní había lanzado sin éxito el cohete Safir-1B que transportaba al satélite Dousti-1. En algún momento posterior al despegue se produjo una falla en el vehículo lanzador. En agosto del mismo año, mientras se realizaban los preparativos para un nuevo lanzamiento del Safir-1B, se publicaron imágenes satelitales mostrando daños en la plataforma de lanzamientos del Centro Espacial Khomeini con las que se podía deducir que se había producido una explosión antes de que el lanzamiento se lleve adelante.
El último lanzamiento exitoso realizado por Irán se llevó a cabo el 2 de febrero de 2015 mediante un cohete Safir-1B, cuando se logró situar en órbita al satélite Fajr. Irán anunció que tiene preparado al satélite Zafar-2, idéntico al malogrado Zafar-1, para un nuevo intento de lanzamiento orbital que no debería demorarse mucho.
Fuentes: Iribnews
