La ESA y sus socios celebran 40 años de Ariane, un vehículo de lanzamiento que opera en el ámbito espacial internacional y un símbolo de cooperación e innovación que garantiza el acceso independiente al Espacio para Europa.
Europa, el precursor
Entre 1964 y 1971, ELDO (European Launcher Development Organisation), organización compuesta por seis Estados miembro, realizó 11 lanzamientos, siete de los cuales fueron incompletos. El lanzador Europa-I se desarrolló a partir de la combinación del misil británico Blue Streak como primera etapa, el cohete francés Coralie como segunda etapa y una tercera etapa alemana denominada Astris. Estas tres etapas se probaron juntas por primera vez el 29 de noviembre de 1968. Los siguientes dos intentos de lanzamiento, desde el centro de pruebas de Woomera en Australia, como los anteriores, no tuvieron éxito.
Tras el lanzamiento fallido desde Kourou del lanzador Europa-II con una cuarta etapa adicional (P068) el 5 de noviembre de 1971, el destino de la organización fue sellado. El anuncio del presidente estadounidense Nixon en enero de 1972, que, a partir de 1978, el transbordador espacial comenzaría a realizar vuelos semanales a un precio inmejorable, puso fin a las esperanzas invertidas en Europa-III. Sin embargo, los europeos no estaban dispuestos a detenerse allí, y comenzaron a trabajar en marzo de ese año cuando la agencia espacial francesa CNES formó un grupo de trabajo con la tarea de diseñar un lanzador de reemplazo.
LIIIS, la tercera generación
Fue solo cuestión de meses antes de que se definiera una configuración para el lanzador de tercera generación. La propuesta se presentó en la sexta Conferencia Espacial Europea (ESC) en Bruselas el 20 de diciembre de 1972. El ministro Jean Charbonnel recordó a los presentes el fuerte apoyo de Francia a un programa de lanzadores y propuso que Francia proporcione la mayor parte de la financiación al mismo tiempo que asumió los riesgos involucrados en el desarrollo. A cambio, Francia insistió en cumplir el rol de contratista principal y pidió a sus socios que asumieran el 40% del costo.
Los ministros llegaron a un acuerdo, por un lado, abandonarían el programa Europa-III para centrarse en el nuevo lanzador, y por el otro, formarían una única agencia espacial europea unificada. Con ELDO disuelta, la ESRO (European Space Research Organisation) fue temporalmente encargada de administrar el “proyecto especial”.
Una configuración optimizada llamada L140-L33-H8 (LIIS, lanzador sustituto de tercera generación) se presentó el 10 de mayo de 1973. Consistió en una primera etapa que transportaba 140 toneladas de propelente líquido, una segunda etapa de 33 toneladas y una tercera etapa con 8 toneladas de propelente criogénico. Aunque la reacción de la industria fue mixta, sin embargo, en vísperas del séptimo ESC, el 31 de julio de 1973, el proyecto ya estaba suscrito en un 27%.
El ministro belga Charles Hanin hizo todo lo posible, para asegurarse de que los otros nueve ministros se inscribieran en el segundo “Paquete de acuerdo” (que incluía el acuerdo sobre una agencia espacial europea, LIIIS, el módulo Spacelab y el satélite MAROTS). Las decisiones finalmente se votaron cuando amaneció al día siguiente.
El lanzador estaba programado para estar disponible a partir de 1980, como se establece en el Archivo de Síntesis del 15 de abril de 1973 mencionado en la agenda. En su acuerdo, el ESC especificó que el programa se administraría dentro de un marco europeo común. Los contratos se asignaron a empresas de los estados participantes en proporción a su contribución al monto de las obras.
Como resultado el programa Ariane fue bautizado formalmente en la 93ª reunión del Comité Administrativo y Financiero (AFC) de ESRO realizado en Berna los días 27 y 28 de septiembre de 1973.
La familia Ariane
El 24 de diciembre de 1979, se lanzó el primer Ariane-1 desde el puerto espacial europeo en Kourou, Guayana Francesa. El lanzamiento L01 transportó el CAT-1 (Technological Capsule 1), un pequeño satélite utilizado para proporcionar datos sobre las características de lanzamiento del nuevo cohete y, por lo tanto, solo funcionó durante ocho órbitas.
El Ariane-1 fue el primer vehículo de lanzamiento que se desarrolló con el objetivo principal de enviar satélites comerciales a órbita geoestacionaria. Fue diseñado para desplegar dos satélites por misión, reduciendo así los costos.
Con Ariane-1, por primera vez en el mundo occidental, el monopolio estadounidense de lanzamiento de satélites se terminó. Europa adquirió su independencia y se instaló en el tablero espacial mundial.
Desde este primer vuelo, Ariane evolucionó hasta convertirse en un cohete altamente confiable impulsado por la creciente demanda de lanzamientos espaciales comerciales en la década de 1980. Operado por Arianespace, Ariane sirvió a más de la mitad del mercado satelital en este período. «Si no hubiese habido ese despegue hace 40 años, no habría habido una industria espacial europea tal y como existe ahora», afirma Jean-Yves Le Gall, actual presidente del CNES.
En total, los vehículos Ariane-1, 2 y 3 se lanzaron 28 veces entre 1979 y 1989, colocando un total de 38 satélites en órbita.
El Ariane-4 entró en servicio en 1988 e hizo 113 lanzamientos exitosos. Su último vuelo fue el 15 de febrero de 2003. A la primera etapa se le adicionaban propulsores de combustible sólido y líquido que proporcionaban más empuje en el despegue. Para esta versión de Ariane, se introdujo la cofia Sylda más ligera que las anteriormente utilizadas. Sylda, además, permitía que dos cargas útiles se apilen una encima de la otra.
El lanzador Ariane-5 es el resultado de una inversión continua en nuevas tecnologías, con un nuevo diseño del vehículo que además se valió de nuevos métodos de producción. Esto ha ampliado la capacidad de transporte de Ariane desde sus 1.850 kg iniciales hasta el récord de carga útil dual actual de 10.865 kg hasta la órbita de transferencia geoestacionaria logrado el 2 de junio de 2017 por un Ariane-5 versión ECA (Evolution Cryotechnique type A).
La versión ES (Evolution Storable) de Ariane 5 se usó para varias misiones en órbita baja transportando al de carga ATV (Automated Transfer Vehicle) y satélites Galileo en órbita media. Fue retirado del servicio el 25 de julio de 2018.
El puerto espacial de Guayana, desde donde se lanzan todas las misiones europeas, se encuentra justo por encima del ecuador en América del Sur y alberga instalaciones para que utilizan los lanzadores Ariane, Soyuz y Vega.
Las continuas actualizaciones de las instalaciones del puerto espacial se han mantenido al día con los requisitos de cada nuevo vehículo lanzador. El PAD utilizado por Ariane-1, 2 y 3 fue reutilizado para el cohete Vega en 2012 y actualmente se está modificando para dar soporte al sucesor del lanzador europeo más liviano, el Vega-C.
La ESA se está preparando actualmente para la próxima década en el transporte espacial. Parte de esto implica la transición de Ariane-5 al nuevo Ariane-6 para el que se ha construido un sitio de lanzamiento dedicado.
El lanzador Ariane-6 tiene dos versiones, Ariane 62 con dos propulsores laterales y Ariane 64 con cuatro, de manera de poder atender distintas demandas de carga.
El nuevo diseño de Ariane está destinado a satisfacer las diversas necesidades de una amplia gama de clientes que ofrecen nuevas maneras de desplegar la carga útil para una variedad de configuraciones al tiempo que reduce drásticamente el costo de los lanzamientos en comparación con Ariane-5.
Los cambios en la forma en que se ensambla Ariane-6, junto con nuevas técnicas de fabricación, resultan en una reducción en el tiempo de producción, permitiendo más lanzamientos de Ariane que nunca.