El operador satelital Intelsat se declaró en bancarrota con el objetivo conseguir financiación, recuperar liquidez y afrontar el proceso de migración anticipada de los servicios que brinda en banda C en Estados Unidos.
Por Martín Serra
El operador satelital norteamericano, que actualmente fijó su sede en Luxemburgo y es poseedor del 12% de los satélites ubicados en órbita geoestacionaria, atraviesa un momento de máxima criticidad debido a la decisión de no afrontar los pagos de deuda por un importe de U$S 125 millones el pasado 15 de abril. Dada la deuda total de la compañía, que asciende a U$S 14.000 millones, a la poca liquidez para afrontar las próximas inversiones y a la necesidad de facilitar la reestructuración financiera, Intelsat y algunas de sus filiales han presentado peticiones voluntarias del capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras de los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia, División de Richmond.
Intelsat tenía tiempo hasta fin del mes de Mayo para decirle a la Comisión Nacional de Comunicaciones (FCC) si acepta los pagos de U$S 4.860 millones y despeja rápidamente el espectro pero decidió el 13 de Mayo declararse en bancarrota, lo que le da la oportunidad de pedirle a un juez que suspenda cualquier disputa con la FCC y así presionar para que el organismo revise las ofertas de compensación realizadas en Febrero y aumente los montos de la misma si quiere mantener los plazos de liberación.
En caso de querer cumplir con los plazos de compensación de la FCC (se debe liberar el espectro en dos etapas diciembre 2021 y 2023) Intelsat necesita gastar más de U$S 1.600 millones en actividades de limpieza. La comunicación oficial del gigante satelital indica que con su presentación del Capítulo 11 en Virginia se aseguró un financiamiento por el monto justo para realizar las inversiones necesarias antes de la subasta.
«Tenemos la intención de avanzar con la limpieza acelerada del espectro de banda C en los Estados Unidos y lograr una solución integral que resulte en un balance más sólido», dijo Stephen Spengler, CEO de Intelsat, en el comunicado.
Otros jugadores del sector espacial están con problemas financieros en gran parte como resultado de la pandemia de COVID-19. OneWeb ya había anunciado que solicitó voluntariamente acogerse al Capítulo 11 con intención de poder usar consensuadamente su garantía real en efectivo para continuar financiando el negocio. Hasta la fecha, la compañía ha lanzado con éxito 74 satélites como parte de su constelación, pero los últimos 34 estarán en una órbita de 600 kilómetros en lugar de su objetivo de 1.200 kilómetros para preservar la vida de los equipos mientras la situación se resuelve.
Los operadores son socios desde la inversión que hizo Intelsat en 2015 en OneWeb, la cual estaba supeditada a un acuerdo comercial que daba a los clientes de Intelsat acceso a los servicios de comunicaciones de OneWeb, pero en Septiembre del año pasado el operador de satélites geoestacionarios presentó una demanda en la Corte Suprema de Nueva York alegando que el operador de satélites de órbita baja y su mayor inversor SoftBank incumplieron contratos, cometieron fraude y conspiraron para robar información confidencial y privada.
Además de las presentaciones de los socios Intelsat y One Web, Speedcast se sumó al pelotón de las bancarrotas satelitales, mientras que SES y Eutelsat redujeron drásticamente los pagos de dividendos y Sky Perfect JSAT está retrasando su informe financiero anual por siete semanas, citando el coronavirus.
Los resultados de Intelsat para el año completo y el cuarto trimestre (Q4) de 2019 fueron informados el 20 de febrero en el documento público “Intelsat Announces Fourth Quarter and Full-Year 2019 Results”. El operador informó una pérdida neta en el cuarto trimestre de U$S 115 millones, con una caída de U$S 20 por acción, en comparación con la pérdida en el cuarto trimestre de 2018 de U$S 111,3 millones, significando una caída de U$S 15 por acción. Los ingresos en el Q4 cayeron un 4,8% a U$S 517 millones mientras que los ingresos de todo el año 2019 fueron de U$S 2.061 millones y las pérdidas netas anuales atribuibles a Intelsat SA fueron de U$S 914 millones.
El EBITDA declarado del cuarto trimestre fue U$S 371 millones y el EBITDA ajustado de todo el año 2019 fue de U$S 1.481 millones. En ambos casos el EBITDA representa el 72% de los ingresos en los correspondientes períodos.
El negocio de servicios terrestres del operador ahora representa el 39% de los ingresos totales y el negocio de servicios espaciales más tradicional de Intelsat representa el 41% de los ingresos totales del operador. En 2018, la participación de los ingresos totales de los servicios de red fue del 37%, mientras que el satelital representó el 43% de los ingresos totales de Intelsat.
Cyrus Capital Partners, una firma de asesoría de inversiones con oficinas en Nueva York y Londres que tiene una participación del 7,6% en Intelsat, dirigió una carta el 5 de Mayo al operador de satélites donde le recomienda realizar el pago de intereses vencidos para no poner en peligro la capacidad de recaudar los U$S 4.860 millones en pagos de incentivos de la FCC para la eliminación rápida de 300 MHz del espectro de banda C (3700-4200 MHz) que Intelsat usa principalmente para la transmisión de televisión en Estados Unidos y pasarán a engrosar las filas del espectro dedicado a 5G.
Intelsat debe definir antes del del 29 de mayo si participará en el programa acelerado de compensación de espectro de la FCC o hace caso a al accionista Appaloosa de Short Hills, Nueva Jersey, que instó a la compañía a presionar a la FCC por una cantidad mayor, aprovechando los beneficios en los tribunales que tiene una empresa que se declarará en bancarrota.
El operador de satélites norteamericano posee una flota de 25 satelitales con capacidad en banda C capaz de brindar servicios sobre territorio de Estados Unidos, sumando una capacidad de más de 600 Transponder (25 GHz). Si el acuerdo con la FCC indica la liberación de 300 MHz de los 500MHz que ocupa el enlace descendente de banda C en la actualidad, la empresa deberá prescindir de transmitir sobre el 60% de su capacidad. Si se considera el precio promedio de mercado del MHz en banda C de U$S 1500 por mes, la compensación que otorga la FCC podría alcanzar a más de 15 años de gracia, coincidente con la vida útil promedio de una satélite de la flota.
Además de cerrar la liberación del espectro de
banda C sobre el cierre del mes, Intelsat junto a EchoStar Corporation y su
segmento comercial Hughes Network Systems, LLC lograron que la FCC dicte un
reordenamiento de las tarifas regulatorias donde se le exigen a los satélites
con licencia extranjera con acceso al mercado estadounidense que paguen tarifas
extraordinarias. De esta manera, el ente regulador de las telecomunicaciones
norteamericanas incidirá en un mercado que hasta hoy no tenía intervención con
el fin de cuidar parte de la economía norteamericana. Posiblemente este factor
influya en la negociación entre Intelsat y la FCC y el operador ceda en su
objetivo de incrementar el monto de compensación y se comprometa con el rápido
despliegue de la tecnología 5G.
Compensación por la liberación de espectro de banda C
Desde la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos indican que su objetivo primordial es liderar el avance del despliegue de la tecnología de 5G a nivel mundial y así colaborar con cerrar la brecha digital y con evitar que otros líderes mundiales en telecomunicaciones como China se queden con gran parte de ese mercado. Para lograrlo necesita evitar cualquier retraso en la planificación para liberación del espectro.
La tecnología 5G necesita espectro en tres bandas de frecuencia, en primer lugar están las inferiores a 1 GHz, luego aparece el espectro en discordia, entre los 3,3 y 3,8 GHz, el cual se superpone con en el enlace descendente de banda C y por último se utilizará el espectro por encima de 6 GHz necesario para sustentar velocidades ultra rápida.
Respecto a la banda C de uso comercial en comunicaciones satelitales, el ente regulador aprobó en febrero de este año el desembolso de U$S 9.700 millones que serán pagados por los ganadores de una subasta pública quien también reembolsará a los operadores los costos de reubicación, que la FCC estima entre U$S 3.000 millones y U$S 5.000 millones.
La propuesta alcanzó a Intelsat, SES, Eutelsat y Telesat, quienes conformaron la “C-Band Alliance” (CBA) en 2018 y al operador brasilero Embratel Star One. Los plazos para la liberación del espectro son de 120 MHz entre 3.7-3.82 GHz para el 5 de diciembre de 2021 y los 180 MHz restantes, de 3.82-4.0 GHz para 5 de diciembre de 2023.
El plan de la FCC exige dar la mayor parte de los pagos de compensación a Intelsat, quien en caso de aceptar la propuesta se quedaría con el 50% del total a distribuir, rondando un monto de U$S 4.850 millones. La otra mitad del paquete compensatorio se repartiría entre SES, que obtendría el 41% del total de la compensación por U$S 4.000 millones y los jugadores más pequeños Eutelsat, Telesat y Embratel Star One con U$S 468 millones, U$S 375 millones y U$S 13,7 millones respectivamente.
La oferta de la FCC no alcanza a la totalidad de los operadores con oferta de capacidad satelital en banda C sobre Estados Unidos, ya que el organismo consideró que los operadores Hispasat de España y ARSAT de Argentina no tenían clientes que hayan declarado sus antenas y que los operadores no cumplieron con la fecha límite del año pasado para revelar clientes de la banda, y que el operador ABS (Hong Kong) siquiera tiene pisada en el territorio. Finalmente, ABS, Hispasat y ARSAT demandaron a la FCC para que se los incluya en la compensación.
Luego del comunicado con la oferta de la FCC Intelsat rompió los acuerdos de la “C-Band Alliance” que ayudó a crear, diciéndole al organismo el 19 de febrero que merece entre el 60% y el 67% de los U$S 9.700 millones propuestos en pagos de compensación ya que necesita limpiar la mayor parte.
El 29 de mayo vence el plazo para aceptar los pagos y despejar en plazo el espectro, pero decidió el 13 de mayo declararse en bancarrota, lo que le da la oportunidad de pedirle a un juez que suspenda cualquier disputa con la FCC, según la analista de Bloomberg Intelligence Negisa Balluku.
«El tribunal suspenderá cualquier acción de los acreedores sobre los activos de Intelsat, y la suspensión podría durar un par de años mientras se negocia el plan de bancarrota, de esta manera se podría evitar que la FCC subaste el espectro de banda C de Intelsat. La FCC se detendría por completo y también sus aspiraciones de un rápido despliegue de 5G». agregó Balluku ya que, de acuerdo con las reglas de bancarrota de Estados Unidos, las peleas legales generalmente se detienen hasta que la compañía tiene la oportunidad de reorganizarse, lo que permitirá a Intelsat solicitar a la FCC que revise las ofertas de compensación realizadas en Febrero y el aumento de los montos de la misma.
En caso de querer cumplir con los plazos de compensación acelerados de la FCC Intelsat necesita gastar más de U$S 1.600 millones en actividades de limpieza. Estas actividades de compensación deben comenzar de inmediato, mucho antes de que los costos se reembolsen. La comunicación oficial del gigante satelital indica que la quiebra es parte de los esfuerzos para recaudar el efectivo necesario para preparar la liquidación de su espectro de banda C. Con su presentación del Capítulo 11 en Virginia, la compañía con sede en Luxemburgo dijo que se aseguró U$S 1.000 millones en financiamiento para realizar las inversiones necesarias antes de la subasta.
«Tenemos la intención de avanzar con la limpieza acelerada del espectro de banda C en los Estados Unidos y lograr una solución integral que resulte en un balance más sólido», dijo Stephen Spengler, CEO de Intelsat, en el comunicado.
En Abril, Intelsat se saltó un pago
de intereses y comenzó a hablar con los inversores acerca de las opciones de
financiación ya que tenía alrededor de U$S 800 millones en efectivo al 31 de
diciembre de 2019 y se estima que la compañía necesita gastar alrededor de U$S
1.600 millones para limpiar el espectro de la banda C, de los cuales U$S 1.200
millones se vencerán el próximo año, según las presentaciones del Capítulo 11.
Regulación del mercado satelital norteamericano
Intelsat junto a EchoStar Corporation y su segmento comercial Hughes Network Systems LLC lograron que la FCC dicte un reordenamiento de tarifas regulatorias.
La orden aprobada exige a los satélites con licencia extranjera con acceso al mercado estadounidense que paguen tarifas regulatorias extraordinarias. La Comisión dijo que es «injusto cargar a las compañías de satélites estadounidenses con tarifas mientras que sus competidores extranjeros con el mismo acceso al mercado no enfrentan esos mismos costos». La FCC dijo que dedica recursos significativos al procesamiento del número creciente de peticiones de acceso al mercado de satélites con licencia extranjera, y que se benefician de la supervisión y regulación de la Comisión al igual que lo hacen los satélites con licencia estadounidense.
Sobre el tema regulatorio desde EchoStar manifestaron que «El proyecto de ordenamiento de tarifas es extremadamente importante para los operadores de satélites estadounidenses. Esta asignación de costos tendrá varios beneficios, incluida la eliminación de un incentivo para que los operadores estadounidenses se trasladen fuera de la costa» mientras que desde Intelsat señalaron que «La conclusión del borrador donde se solicita exigir a los operadores satelitales con licencia extranjera que paguen tarifas regulatorias es un resultado justo que trata a todos los operadores satelitales que brindan servicios a los Estados Unidos por igual».
Los operadores satelitales norteamericanos Intelsat, Echostar, DirecTV y Viasat tienen el 20%, 10%, 8% y 2% respectivamente de la oferta de capacidad satelital total sobre territorio norteamericano. Un cambio en las políticas regulatorias podría llevar la concentración de la oferta en operadores locales a valores mayores que el 30% que hoy representan.
“Uno de los objetivos de la FCC es alentar los sistemas satelitales con licencia de los Estados Unidos. El espacio es una parte importante de nuestra economía. Hacer cambios en el régimen regulatorio para alentar y hacer las cosas justas es realmente importante”, informó Echostar.
Flota de satélites
Intelsat posee una flota de 50 satélites geoestacionarios distribuidos a la largo del arco orbital brindando servicios en todo el Mundo concentrando la actividad sobre el Océano Atlántico y el territorio del continente americano. Los artefactos más antiguos llevan más de 20 años en el espacio, mientras que los 9 más nuevos fueron lanzados en el último lustro.
En los últimos años Intelsat ha participado en 12 lanzamientos que le proporcionan en la actualidad 10 satélites operativos, uno fuera de servicio (Intelsat 29e) y un satélite reubicado con extensión de misión (Intelsat 901).
Los 10 satélites operativos más nuevos de la flota brindan diversos servicios, 4 de ellos son satélites HTS de alto rendimiento con multispot de la flota Epic, que sumaría cinco si no se contase el infortunio de Intelsat 29e, ellos son los satélites denominados I-33e en 60°E sobre Asia lanzado en 2016 y el grupo de I-32e, I-35e y I-37e ubicados en 43°W, 34°W y 18°W sobre el Océano Atlántico lanzados durante 2017.
Hay tres satélites DTH, dos que brindan servicios a DirecTV en Latinoamérica (Intelsat 30 y 31) y uno sobre Sudáfrica (Intelsat 36, colocalizado con Intelsat 20). El resto son satélites convencionales de haces gruesos, Intelsat 39 diseñado para reemplazar a IS 902, Intelsat 38 fabricado para Azerbaiyán e Intelsat 34 hecho a solicitud de FOX y HBO en Brasil.
El 17 de abril se logró la vuelta al servicio del satélite Intelsat-901 (IS-901) tras el exitoso acoplamiento con el primer vehículo de extensión de misión (MEV-1) de Northrop Grumman, cuya operación corre por cuenta de la subsidiaria de propiedad total de la compañía, Space Logistics LLC. El acoplamiento se había concretado el 25 de febrero pasado y constituyó la primera vez que dos naves espaciales comerciales atracaron en órbita geoestacionaria. MEV-1 asumió la navegación del conjunto de satélites reduciendo su inclinación en 1.6° y reubicando el IS-901 a su nueva ubicación orbital en 28°W.
El satélite de alto rendimiento (HTS) en banda Ku Intelsat-29e, perteneciente a la flota geoestacionaria Epic, tuvo una anomalía el 7 de abril de 2019 y se encuentra fuera de servicio. Intelsat-29e fue lanzado al Espacio el 27 de enero de 2016 mediante un cohete Ariane-5 de Arianespace. El artefacto fue fabricado por Boeing sobre la plataforma BSS-702MP, tuvo un peso al lanzamiento de 6.552 kilogramos y disponía de una potencia en la plataforma de 15.8 Kw para los 15 años de vida útil estimada. Boeing e Intelsat determinaron que la falla podría estar originada en un daño sufrido por el sistema de propulsión que causó una fuga de propelente a bordo del satélite. Esta fuga provocó que el satélite perdiera el apuntamiento a Tierra y comenzara a girar.