Con esta medida busca fomentar y sentar las bases de la explotación y extracción de recursos fuera del planeta. La agencia estadounidense pagará entre 15 y 25 mil dólares por muestras de entre 50 y 500 gramos de suelo, ya sean rocas, polvo o hielo
El administrador de NASA, Jim Bridenstine, anunció el pasado 10 de septiembre que la agencia espacial recibirá propuestas de empresas privadas para comprar muestras obtenidas en la Luna. Las muestras deberán ser recogidas en la superficie pero no hará falta que sean devueltas a la Tierra, sino que las empresas deberán ofrecer documentación y un registro fotográfico y la transferencia de posesión de las muestras se realizará in situ en la superficie lunar. La agencia espacial estadounidense pagará entre USD15.000 y USD25.000 por muestras de entre 50 y 500 gramos de suelo lunar, ya sean rocas, polvo o hielo.
Si bien el importe no resulta particularmente significativo comparado con el costo de una misión a la Luna, y tampoco se anunció qué se hará con las muestras adquiridas ni cómo se traspasarán efectivamente a NASA, la medida apunta a fomentar y formalizar la extracción de recursos en la Luna, sentando las bases para la futura actividad comercial en otros cuerpos celestes.
La decisión de NASA está en línea con una orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense Donald Trump el pasado 6 de abril, donde se indica que “será política de los Estados Unidos buscar apoyo internacional para la extracción pública o privada de recursos en el espacio exterior”.
Durante una conferencia organizada por la Secure World Foundation en la que Bridenstine habló sobre la propuesta, el administrador de NASA declaró: “Estamos haciendo esto para demostrar que se puede hacer, no por las muestras en sí. Los recursos extraídos serán propiedad de aquellos que inviertan para obtenerlos, y es nuestro objetivo normalizar estos comportamientos[…]No podemos ir de manera sustentable a menos que utilicemos los recursos de la Luna y Marte[…] La idea es democratizar este acceso para que todos puedan participar, no solo estados sino también empresas”. A su vez, Bridenstine comparó la extracción de recursos en la Luna a la pesca de atún, en la que una persona o empresa puede extraer los pescados sin apropiarse del océano.
Esto a su vez está reforzado por la legislación estadounidense a través de la “Commercial Space Launch Competitiveness Act” de 2015, una ley que autoriza a ciudadanos y empresas estadounidenses a apropiarse y extraer recursos fuera del planeta.
A nivel internacional, otros países, como Luxemburgo y los Emiratos Árabes también cuentan con legislaciones similares aunque muchos otros países todavía no se han expedido al respecto.
A través de los “Acuerdos de Artemisa”, NASA busca sumar apoyo a esta iniciativa de extracción de recursos, que según Bridenstine se enmarca bajo lineamientos planteados en el Tratado del Espacio Exterior, firmado por Estados Unidos y otro centenar de países.
A medida que avanza el programa Artemisa, cuyo objetivo es regresar con misiones tripuladas a la Luna, el debate por la extracción, utilización y comercialización de recursos obtenidos fuera del planeta pasará del ámbito teórico al real.
A través de su programa CLPS, NASA está contratando a varias empresas privadas para realizar lanzamientos y llevar distintas cargas científicas a la Luna, y si bien esta propuesta de adquisición de muestras no está directamente ligado a CLPS, varias de estas empresas podrían en un futuro aprovechar sus misiones para realizar esta extracción y venta de muestras de suelo lunar. Por el momento, NASA ya otorgó cuatro contratos bajo esta modalidad, dos para Astrobotic, uno para Intuitive Machines y otro para Masten Space Systems, que se lanzaran entre 2021 y 2024 y que además de llevar cargas para NASA, también podrán ofrecer espacio para cargas privadas.
Por: Franco Meconi (Twitter, Instagram)
Fuentes: NASA