Con una inversión que supera los quinientos millones de dólares, el satélite de telecomunicaciones brasileño SGDC cubrirá todo el territorio del Brasil, llevando acceso a internet en áreas remotas y promoviendo la soberanía de las comunicaciones estratégicas del país.
Según informó la Agencia Espacial Brasileña (AEB), el Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas (SGDC) entró en su fase final de pruebas previas al lanzamiento. El dispositivo llevará internet de banda ancha a todo el país y garantizará la comunicación segura del gobierno. Con una inversión que supera los quinientos millones de dólares, el proyecto es producto de la alianza entre los ministerios de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones (MCTIC) y de Defensa. Se prevé que entrará en operaciones en 2017 y tendrá una vida útil de 15 años.
El director de Banda Ancha de la Secretaría de Telecomunicaciones del MCTIV, Artur Coimbra de Oliveira, explicó que las pruebas del SGDC sirven para validar si los requisitos de desempeño del sistema están siendo cumplidos. Tras la construcción del satélite, fueron realizadas las primeras verificaciones, conocidas como Prueba de Referencia Inicial. “Esas pruebas sirven para adquirir un banco de datos de referencia sobre la funcionalidad y el desempeño de todo el satélite en cuanto a equipamientos, subsistemas y sistema” señaló, agregando que también fueron realizadas pruebas ambientales de termovacío y mecánicas (vibración y acústica). “Esa batería de verificaciones tiene el objetivo de demostrar la capacidad del satélite de resistir las condiciones ambientales que tendrá durante el lanzamiento y en órbita, manteniendo su correcto desempeño.”
Con las pruebas ambientales se realizan nuevamente el mismo conjunto de mediciones y se comparan los resultados, para demostrar si el satélite es capaz de cumplir sus requisitos de desempeño cuando esté en órbita. “Ya concluyeron las pruebas de termovacío y mecánicas, los paneles solares ya fueron acoplados y se están realizando pequeñas correcciones en el sistema. En breve todo estará listo para la realización de pruebas finales y de alcance de las antenas. Luego el satélite pasará por una revisión final antes del envío a la base de lanzamiento en Kourou, en la Guyana Francesa”, dijo Artur Coimbra de Oliveira.
Según Coimbra de Oliveira, esta tecnología es más adecuada para proveer acceso a internet en áreas aisladas o de difícil acceso. El SGDC va a contribuir al logro de los principales objetivos del Programa Nacional de Banda Ancha (PNBL), dado que aumentará la cobertura y la velocidad de la red en áreas remotas, además de reducir los precios.
“El SGDC es parte de una nueva generación de satélites, utilizando la Banda Ka, que viene siendo usada en complemento de los programas de banda ancha en numerosos países. La tecnología en Banda Ka permite velocidades comparables con las obtenidas por una red terrestre y cuenta con antenas de menor dimensión, más baratas y más fácilmente instalables”, informó el funcionario.
Asimismo el director informó que el satélite es necesario para garantizar la soberanía de las comunicaciones estratégicas civiles y militares del país. “Actualmente los satélites que prestan servicio para la defensa son controlados por estaciones que están fuera del país o son controlados a manos de empresas con capitales extranjeros. En cualquiera de los casos, existe el riesgo de interrupciones de los servicios en una situación de conflicto internacional o derivadas de otros intereses políticos o económicos”, alertó.
Participan del desarrollo del SGDC técnicos de la Agencia Espacial Brasileña (AEB) y del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), que están vinculados al MCTIC. “Está en desarrollo un programa de absorción y transferencia de tecnología con el objetivo de capacitar empresas y técnicos brasileños para producir partes y piezas del satélite, así como de integrar el propio equipamiento”, concluyó Artur Coimbra.
El SGDC se ubicará en la posición orbital 75 Oeste, y será controlado por estaciones terrenas localizadas en Brasilia y en Río de Janeiro.
Fuente: AEB
