Tras el exitoso lanzamiento del esperado Falcon Heavy de SpaceX, ahora el lanzador operativo más poderoso del mundo (y menos costoso), se tensiona el mercado de acceso al Espacio.
Por Pablo Cavataio
El martes 6 de febrero pasado el Falcon Heavy (FH) de Spacex se convirtió en el lanzador operativo más poderoso del mundo, duplicando la capacidad de transporte por una factor de más de dos con respecto a su rivales inmediatos, el Proton M de International Launch Services (ILS) y el Delta IV Heavy de United Launch Alliance (ULA) . El cohete despegó del la plataforma de lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy de la NASA ubicado en Florida, la misma utilizada por la histórica misión Apollo 11 que llevó al primer ser humano a la Luna.
El debut del FH llega con seis años de demora con respecto a lo anunciado inicialmente por Spacex y su costo de desarrollo se estima en algo más de 500 millones de dólares. El Falcon Heavy puede colocar en órbita terrestre baja (LEO) hasta 64 toneladas, es decir, el equivalente a un avión Boeing 737 totalmente cargado de combustible, de pasajeros y su correspondiente equipaje. Sólo existieron tres cohetes con más capacidad que el FH, por un lado el Saturno V, responsable de llevar todas las misiones Apollo a la Luna y único que llegó al estado operativo. Los otros dos lanzadores fueron desarrollados en la ex URSS: el cohete lunar N1, que falló en sus cuatro pruebas, y el Energía, que de sus dos únicos vuelos sólo puedo concretar un éxito con la puesta en órbita del transbordador Burán.
La idea del Falcon Heavy fue concebida en simultáneo con el concepto del Falcon 9, y ambos diseños fueron anunciados por Spacex en el año 2005. Si bien en un primer momento se pensó en que la capacidad de carga del FH sería de veinticinco toneladas, hoy en día el Falcon 9, gracias a las distintas mejoras que se le introdujeron, es capaz de atender estas cargas cuando es utilizado en la modalidad no reutilizable. La capacidad actual del FH es de 63.800 kg en LEO lo que equivale a 26.700 kg en GTO, 16.800 kg a Marte o 3.500 kg transportados a Plutón.
La primera etapa del FH está compuesta por tres cuerpos centrales de iguales características que los utilizados en el Falcon 9. Cada uno de estos propulsores constan de nueve Merlin 1D, lo que da un total de veintisiete motores por lanzador que generan un empuje de 23.000 kN en el despegue, el equivalente a dieciocho aviones Boeing 747 a máxima potencia. La segunda etapa está compuesta por un único motor Merlin 1D que da un empuje de 934 kN en vacío.
En este primer vuelo inaugural los cuerpos laterales fueron recuperados, aterrizando de forma sincronizada minutos después del despegue, en las plataformas del KSC destinadas para tal fin dejando una imagen que marca definitivamente una nueva época en la industria espacial. Estas primeras etapas cumplían así su segunda misión ya que previamente habían sido utilizadas para poner en órbita las cargas Thaicomm 8 y Dragon SpX-9. La etapa central, de diseño reforzado, era de nueva manufactura y, si bien debía recuperarse en la plataforma de aterrizaje flotante Of Course I Still Love You que flotaba en las aguas del Atlántico, se destruyo al impactar contra el agua a 100 metros del objetivo dado a que dos de los tres motores necesarios para el aterrizaje no encendieron.
Video del Lanzamiento
La carga
Si bien en estos vuelos de prueba con altas probabilidades de fallo se suelen utilizar cargas dummy tales como bloques metálicos o de concreto, Elon Musk, propietario de Spacex, prefirió utilizar su propio coche Tesla Roadster (usado) sobre el cual puso al mando a un maniquí enfundado en un traje espacial diseñado en su propia compañía, constituyendo así una misión con verdadera integración vertical. Luego del último encendido de la segunda etapa del FH, el Roadster alcanzó una órbita elíptica alrededor del Sol cuyo punto más alejado estará un poco más allá de la órbita de Marte (aunque no alcanzará el cinturón de asteroides) y el punto más cercano pasará cerca de la órbita terrestre, dando una vuelta completa al astro en 11 meses.
Luego del exitoso lanzamiento, Elon Musk en rueda de prensa dijo cosas tales como: “tratamos de cancelar el programa Falcon Heavy tres veces porque era mucho más duro de lo que pensábamos”. En cuanto al lanzamiento dijo “realmente no pensaba que pudiera funcionar”, “cuando veo al cohete despegar, veo mil cosas que pueden no funcionar, y es asombroso cuando funcionan”. Con respecto a los planes futuros de la empresa afirmó que se concentrarían en el desarrollo del BFR luego de completar la versión Block 5 del Falcon 9 y la cápsula tripulada Crew Dragon. Además, compartió su deseo de que “esto pueda alentar a otras empresas y países a hacer cosas similares”.
Conferencia de prensa
Nuevo orden en el mercado de lanzadores
El costo del Falcon Heavy en su versión que reutiliza los tres propulsores de la primera etapa es de 90 millones de dólares, cuando se recuperan sólo los propulsores laterales el costo asciende a 95 millones, mientras que su competidor directo de ULA, el Delta IV Heavy, cuesta 350 por lanzamiento y transporta menos de la mitad de carga que el primero. Elon Musk afirmó que el precio de la versión no reutilizable del FH (en la que no se recupera ninguno de los propulsores), con capacidad de transporte de 26.700 kg a GTO, ronda los 150 millones de dólares, que es el mismo valor que tiene actualmente un Ariane 5 ECA capaz de poner casi 10.000 kg en la misma órbita, muy por debajo de lo que puede transportar el FH.
Spacex estima poder atender con el FH la demanda de las misiones más exigentes en cuanto a carga del gobierno de EEUU. Por otro lado, con el lanzamiento del Roadster a una órbita heliocéntrica, la empresa también pretende demostrar que puede hacerse cargo de las misiones de exploración del sistema solar. Por lo pronto el segundo vuelo del FH será en junio próximo y llevará una carga de la Fuerza Aérea de EEUU denominada STP-2. Más adelante le seguirá la puesta en órbita de un satélite de comunicaciones geoestacionario de Arabsat.
Spacex ha marcado un nuevo orden el mercado de los lanzadores definiendo nuevos límites al costo de acceso al espacio y obligando a la competencia a concentrarse en el concepto de reutilización para sus futuros vehículos. En la empresa de California siempre afirman que su objetivo principal es el de posibilitar que la humanidad se convierta en una especie multiplanetaria, sin duda con el éxito del Falcon Heavy han dado una paso más en esa dirección.
Fuentes
Spacex, NASA, ESA, ABC News