Un cohete Vulcan VC2S de United Launch Alliance (ULA) lanzará el lunes 8 de enero la primera misión de certificación (Cert-1) desde el Space Launch Complex-41 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida.
A bordo de este primer vuelo estará el módulo de aterrizaje lunar Peregrine de Astrobotic, parte de la iniciativa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA y el programa Artemis.
El lanzamiento busca promover la búsqueda de la humanidad para regresar a la Luna, más de 50 años después del primer aterrizaje allí de Estados Unidos.
El módulo de aterrizaje lunar Peregrine, construido por la empresa Astrobotic con sede en Pittsburgh, tendrá como objetivo un aterrizaje en Gruithuisen Domes el 23 de febrero de 2024.
Cert-1 llevará el módulo de aterrizaje lunar comercial Astrobotic Peregrine a una órbita altamente elíptica a más de 360.000 kilómetros sobre la Tierra para interceptar la Luna y transportará una carga útil de vuelo espacial Celestis Memorial al espacio profundo: la misión Voyager.
El cohete Vulcan Centaur mide 61,6 metros (202 pies) de altura con un diámetro constante de 5,4 metros (18 pies). La compañía ofrece dos carenados de carga útil de diferentes longitudes, algo que también había hecho con el Atlas V. Estos incluyen un carenado «corto» de 15,5 metros (51 pies) y un carenado «largo» de 21,3 metros (70 pies). En este vuelo se utilizará el carenado corto.
Fundada en 2007, todas las operaciones de Astrobotic provienen de sus instalaciones privadas de 47.000 pies cuadrados (14.000 metros cuadrados) que también albergan su centro de control de misión.
“Astrobotic está haciendo que el espacio sea accesible para el mundo. Estamos comprometidos a potenciar una presencia humana próspera más allá de la Tierra”, destacó la compañía
Durante la inauguración de Peregrine, en abril de 2022, el director ejecutivo de Astrobotic, John Thornton, destacó la importancia de Peregrine y su papel en el regreso de la humanidad a la Luna: «Este es el primer módulo de aterrizaje de nuestra nación que regresa a la superficie de la Luna, casi 50 años desde el Apolo». La misión en sí es un esfuerzo de colaboración internacional que alberga cargas útiles de siete países, incluidos Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Japón, México, Hungría y Seychelles.