El equipo de investigación identificó la causa de la anomalía que provocó la pérdida del falcon-9 y el AMOS-6. El 8 de enero retoma la actividad con el lanzamiento de los primeros satélites de Iridium Next desde Vandenberg.
SpaceX emitió un comunicado indicando que el equipo de investigadores que se abocó a la tarea de identificar la causa de la anomalía que provocó la explosión del Falcon-9 el 1 de septiembre de 2016 en el complejo de lanzamiento espacial 40 (SLC-40) en la estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida y la consiguiente pérdida de su carga útil el AMOS-6 de Spacecom, llegó a la conclusión de que el fallo se debió a la acumulación de oxígeno en la segunda etapa de oxígeno líquido del lanzador.
El equipo de investigadores trabajó durante cuatro meses para determinar el origen de la explosión. Los investigadores analizaron más de 3.000 canales de datos de video y telemetría que cubrían una cronología muy breve de eventos: sólo 93 milisegundos desde el primer signo de datos anómalos hasta la pérdida de la segunda etapa, seguido por la pérdida del vehículo. Debido a que el fracaso se produjo en el terreno, los investigadores también fueron capaces de revisar los datos umbilicales, el vídeo en tierra y los desechos físicos. Para validar el análisis de la investigación y los resultados, SpaceX llevó a cabo una amplia gama de pruebas en sus instalaciones en Hawthorne, California y McGregor, Texas.
El equipo de investigación del accidente trabajó sistemáticamente a través de un extenso análisis de árboles de fallas y concluyó que uno de los tres recipientes de presión envueltos en material compuesto (COPVs) dentro del tanque de oxígeno líquido de la segunda etapa (LOX) falló. Específicamente, el equipo de investigación concluyó que el fallo fue probablemente debido a la acumulación de oxígeno entre el revestimiento de COPV y la envoltura en un vacío o una hebilla en el revestimiento, dando lugar a la ignición y el posterior fallo de la COPV. Adicionalmente los investigadores determinaron que la temperatura de carga de helio en el Falcon-9 era lo suficientemente fría para crear oxígeno sólido, lo que exacerba la posibilidad de que el oxígeno quede atrapado así como la probabilidad de ignición por fricción.
Para los futuros lanzamientos, SpaceX cambiará la configuración de COPV para permitir la carga de helio a temperatura más cálida, y retomará las operaciones de carga de helio a una configuración previa probada en vuelo basada en operaciones usadas en más de 700 cargas COPV exitosas. A largo plazo, SpaceX implementará cambios en el diseño de los COPV para evitar que las hebillas se junten, lo que permitirá también operaciones de carga más rápidas.
SpaceX retomará los lanzamientos orbitales desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 4E (SLC-4E) de Vandenberg con el lanzamiento de los primeros satélites de Iridium NEXT el 8 de enero.
Fuente
SpaceX