El triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos genera incertidumbre respecto al futuro de los programas espaciales más fuertes del planeta. La nota de Marcia Smith para SPACEPOLICYONLINE permite entender algunas claves.
El Partido Republicano barrió las elecciones nacionales de 2016, ganando la Casa Blanca, manteniendo el control de la Cámara y el Senado.
Donald Trump se convertirá en el próximo presidente de los Estados Unidos el 20 de enero de 2017, con Mike Pence como su vicepresidente. La Cámara y el Senado permanecerán en manos republicanas, aunque las elecciones de liderazgo determinarán quién es el Presidente de la Cámara y el Líder de la Mayoría del Senado. El presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, por ejemplo, no ha sido un partidario entusiasta de Trump y los republicanos muy conservadores habían indicado anteriormente que podrían presentar un desafío a su discurso cuando el Congreso se reúna debido a las diferencias políticas.
Desde la perspectiva del programa espacial, las pocas observaciones de la campaña Trump sugieren pocos cambios en los programas espaciales civiles, excepto en el área de las ciencias de la tierra. Trump es un escéptico del Cambio Climático, al igual que los miembros clave del Congreso que supervisan los presupuestos de la NASA y la NOAA. Por el contrario, Trump y sus asesores han expresado su apoyo al liderazgo estadounidense en el Espacio con un audaz programa de exploración que incluye socios internacionales y comerciales. Dos asesores espaciales, Bob Walker y Peter Navarro, escribieron una nota para Space News señalando que Trump restauraría el Consejo Nacional del Espacio en la Casa Blanca para asegurar una «coordinación adecuada» entre los diversos sectores espaciales.
Walker y Navarro afirmaron que las prioridades de Trump serían reducir las vulnerabilidades, asegurar que los comandos tengan las herramientas que necesitan, reducir el costo del acceso al Espacio y crear nuevas generaciones de satélites para hacer frente a las amenazas emergentes.
Las propias declaraciones de Trump y sus asesores proporcionan sólo los rasgos más amplios de lo que su presidencia podría hacer con el programa espacial. Los presupuestos son siempre clave, por lo que otras pistas tendrán que esperar hasta que presente su primer presupuesto al Congreso el próximo año.
En el Congreso, Chris Van Hollen ganó el asiento del Senado que fue dejado vacante por por Bárbara Mikuilski. Se espera que siga sus pasos como un fuerte partidario de la NOAA y la NASA (especialmente los programas de ciencias de la tierra y astrofísica en Goddard Space Flight Center), aunque como un demócrata en su primer año, le faltará su poderosa posición en el comité de asignaciones presupuestarias.
Otros dos senadores con papeles clave en el programa espacial ganaron la reelección – John McCain, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, y Richard Shelby, presidente del Subcomité de Comercio de Apropiaciones-Justicia-Ciencia del Senado , que financia la NASA y la NOAA.
Fuente
SPACEPOLICYONLINE