El Programa de la Unión Europea apunta a lograr la autonomía de la región en observación de la Tierra, con foco no sólo en la protección ambiental sino también en el desarrollo de la industria espacial y el crecimiento económico derivado de sus aplicaciones y servicios.
El Programa Copérnicus es una iniciativa de la Unión Europea para conseguir una capacidad autónoma en materia de observaciones espaciales, y proporcionar servicios operativos en los ámbitos del medio ambiente, la protección civil y la seguridad civil. Copernicus es un programa que se ejecuta en el marco de la Estrategia Europa 2020 de la Unión Europea para el desarrollo de la región.
Copernicus consta de tres componentes:
- de servicio, que garantice el suministro de información en los siguientes aspectos: vigilancia de la atmósfera, vigilancia del medio ambiente marino, vigilancia terrestre, cambio climático, gestión de situaciones de emergencia, y seguridad;
- espacial, que garantice observaciones espaciales sostenibles para los servicios en los ámbitos citados;
- in situ, que garantice la realización de observaciones mediante instalaciones aéreas, marítimas y terrestres para servicios en los ámbitos citados.
La Agencia Espacial Europea (ESA) es la encargada de gestionar el componente espacial de este programa que agrupa a más de treinta satélites e inversiones superiores a los 4,3 mil millones de euros en el período 2014-2020 para que Europa posea una capacidad operacional autónoma de observación de la Tierra. El presupuesto del componente espacial de Copernicus asciende a 3,4 mil millones de euros en el período mencionado.
Copernicus es la continuidad del Programa para la Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad (GMES) de la Unión Europea cuyos orígenes se remontan al año 1998.
Objetivos de Copernicus
Según consta en el reglamento del Programa Copernicus aprobado por el Parlamento Europeo, los objetivos de este son:
- vigilancia de la Tierra en apoyo de la protección del medio ambiente y de los esfuerzos en materia de protección civil y seguridad civil;
- aprovechamiento máximo de los beneficios económicos, apoyando así la estrategia Europa 2020 y sus objetivos de crecimiento inteligente, sostenible e integrador mediante el fomento del uso de la observación de la Tierra en aplicaciones y servicios;
- fomento del desarrollo de una industria europea espacial y de servicios competitiva y aprovechamiento máximo de las oportunidades de las empresas europeas para elaborar y proporcionar sistemas y servicios innovadores de observación de la Tierra;
- garantía de acceso autónomo al conocimiento medioambiental y a tecnologías clave para los servicios de observación y geoinformación de la Tierra, dotando así a Europa de capacidad de decisión y de acción independiente;
- apoyo y contribución a las políticas europeas y fomento de iniciativas a escala mundial, como GEOSS.
Es interesante notar que Copernicus tiene dentro de sus objetivos el desarrollo industrial, enmarcado en una estrategia regional, buscando la independencia de Europa en la obtención de la información y en la toma de decisiones.
Política de Datos
Los datos y la información de Copernicus deben estar disponibles de forma gratuita y abierta, en apoyo de la Agenda Digital para Europa.
Según la resolución 377/2014 del Parlamento Europeo para el Programa Copernicus: “Los datos y la información generados en el marco de Copernicus deben facilitarse de manera completa, abierta y gratuita, con sujeción a condiciones y limitaciones adecuadas, con el fin de promover su utilización y su puesta en común, y de fortalecer los mercados europeos de observación de la Tierra, especialmente en el sector derivado, permitiendo así el crecimiento y la creación de empleo”.
Es interesante destacar este punto, ya que muestra cómo la Unión Europea vincula directamente la política de distribución de datos con la generación de empleo.
El Componente Espacial de Copernicus
En octubre de 2014 la ESA y la Unión Europea firmaron el acuerdo de implementación del componente espacial de Copernicus. Este está compuesto a su vez por misiones dedicadas, denominadas “Sentinel” y misiones contribuyentes.
Los Sentinels están concebidos para operar en constelaciones de dos satélites captando información de la Tierra utilizando un amplio rango de instrumentos. Hasta el año 2020, de cada misión Sentinel se planean lanzar al espacio dos o cuatro plataformas denominadas A, B, C y D.
Los Sentinels están compuestos por las siguientes misiones:
- Sentinel-1: Es una misión de radar, con un instrumento SAR en Banda C. Tiene una órbita polar heliosincrónica a 693 km, una revisita de 12 días (un satélite) y una vida útil de 7 años. Sus principales aplicaciones son el monitoreo del hielo marino y las zonas polares, vigilancia medioambiental, mapeo en situaciones de crisis humanitarias, derrames de petróleo, agricultura, entre otros. El Sentinel-1A fue lanzado el 3 de abril de 2014. Sentinel-1B está programado para 2016.
- Sentinel-2: Es una misión multiespectral (13 bandas) de alta resolución (10 y 20 metros) y amplio ancho de barrido (290 km) para dar continuidad y mejorar los datos SPOT y Landsat. Tiene una órbita polar heliosincrónica a 780 km, una revisita de 5 días (con dos satélites). La detección de cambios y la determinación de la cobertura del suelo con algunas de sus principales aplicaciones. Sentinel-2A fue lanzado el 23 de junio de 2015.
- Sentinel-3: Es una misión con múltiples instrumentos para el monitoreo de los océanos y la Tierra. Permitirá estimar la concentración de clorofila, la temperatura y la altura de superficie de los océanos mediante un instrumento óptico OLCI (Ocean and Land Colour Instrument) de 21 bandas espectrales y 300 metros de resolución espacial, un radiómetro denominado SLSTR (Sea and Land Surface Temperature Radiometer) de 1 km de resolución espacial, un altímetro (SRAL), un radiómetro (MWR) y un instrumento GPS (POD). La órbita también es polar, a 814 km de la Tierra y una capacidad de barrer toda la superficie terrestre en dos días. El lanzamiento del Sentinel-3A está planificado para el 16 de febrero de 2016.
- Sentinel-4: se diferencia por tener una órbita geoestacionaria desde donde realizará un constante monitoreo de la química de la atmósfera sobre Europa. La calidad del aire y el pronóstico del tiempo serán sus principales aplicaciones. La resolución espacial será de 8km y la carga útil captará información en el espectro visible, el infrarrojo y el ultravioleta. Sentinel-4 consiste en una carga útil que irá a bordo de dos satélites METEOSAT de tercera generación. Su puesta en órbita es posterior al año 2020.
- Sentinel-5: También es una carga útil que irá a bordo de los satélites MetOp de segunda generación, operados por EUMETSAT. Tendrán una órbita polar heliosincrónica y captará información en el rango ultravioleta del espectro, visible, infrarrojo cercano y de onda corta. Tendrá un ciclo de repetición de 29 días.
- Sentinel-5 Precursor: con una vida útil de 5 años, es una misión pensada como puente entre Sentinel-5 y Envisat/EOS Aura.
- Sentinel-6: tiene la finalidad de medir la topografía del océano. Es la continuidad en la captura de información de los océanos tras Jason-3. Llevará abordo un altímetro SAR (Poseidón-4), un radiómetro de microondas de tres canales (AMR-C), un instrumento de GPS/Galileo denominado POD, DORIS un instrumento para determinación precisa de la órbita y un retrorreflector láser para seguimiento desde Tierra.
El cronograma estimado para los lanzamientos de las misiones Sentinel con sus distintos componentes es el siguiente:
Por otro lado, el componente espacial de Copernicus que gestiona la Agencia Espacial Europea, se complementa con las siguientes misiones, donde se incluyen también a datos provenientes de privados, como en el caso de las imágenes de alta y muy alta resolución.
Lo que tienen en común estas misiones es su origen europeo. Pertenecen a agencias de países europeos, a emprendimientos público-privados o directamente a empresas privadas, pero en todos los casos pertenecientes a la Unión Europea.
Copernicus es un programa ambicioso, que va a cambiar la forma de ver y entender nuestro planeta pero que también va a dinamizar el sector espacial europeo. No solo por la cantidad y complejidad de las misiones proyectadas sino también por el espíritu de desarrollo industrial que lleva en su concepción. Sentinel-3A se lanza al espacio en febrero de 2016, es un nuevo paso en la generación continua de información de la Tierra desde el espacio y también en el avance de Europa como potencia económica, tecnológica y comercial.
Fuentes