Una escuela de Brasil mandó a la Estación Espacial Internacional un picosatélite mediante la nave de carga HTV-6 que será lanzado al Espacio el 19 de diciembre. El Tancredo-1 está basado sobre el modelo Tubesat.
Con el apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), los estudiantes de 10 a 15 años fueron capaces de construir un pequeño satélite, que fue lanzado el viernes 9 de diciembre en la cápsula HTV-6 de JAXA para alcanzar el módulo japonés Kibo de la Estación Espacial Internacional (ISS).
El satélite Tancredo-1 está basado en el modelo TubeSat de la compañía norteamericana Interorbital, que fue enviado al módulo Kibo de la ISS, dentro del adaptador TuPOD fabricado por la empresa italiana GAUSS.
«Se espera que el TuPOD sea expulsado de la ISS el 19 de diciembre y el 21 de diciembre el Tancredo-1 debe ser finalmente expulsado de TuPOD al espacio«, señaló Auro Tikami del INPE, que supervisa las actividades del picosatélite.
El vuelo del Tancredo-1 coronará los esfuerzos de los estudiantes y profesores de la Escuela Municipal Tancredo Neves de Ubatuba, que desde 2011 trabajan para poner en órbita el picosatélite de aproximadamente 600 gramos.
Cuando está en órbita a una altitud de unos 400 kilómetros de la Tierra, Tancredo-1 transmitirá datos de telemetría y mensajes grabados por los estudiantes y aficionados brasileños. Además, el picosatélite lleva a bordo un pequeño experimento para estudiar la formación de burbujas de plasma, preparado por el investigador Polinaya Muralikrishna, Coordinación del Espacio y Ciencias de la Atmósfera (CEA) en el INPE.
Para hacer realidad el Tancredo-1, la escuela creó el proyecto UbatubaSat, que en los últimos años ha estado proporcionando experiencias ricas para los estudiantes, los profesores y también investigadores del INPE. Desde que comenzó el proyecto hubo numerosas reuniones entre estudiantes y especialistas, visitas de los ingenieros a la escuela y visitas del grupo de Ubatuba en las facilidades del Laboratorio de Integración y Análisis (LIT) y a la Coordinación de Ingeniería y Tecnología Espacial (ETE) en el INPE en São José dos Campos.
El proyecto está dirigido por el profesor de matemáticas Cândido Oswaldo de Moura, que tuvo la idea al leer una revista científica sobre satélites personales. Se buscó entonces el apoyo en el INPE, que abrazó la iniciativa como parte de su misión de difundir el conocimiento y fomentar nuevos talentos para el campo espacial.
Antes incluso de volar, Tancredo-1 condujo a viajes y logros inolvidables. La historia del grupo más joven del mundo en unirse al Espacio fue contada por los estudiantes en Japón en 2014, cuando publicaron un artículo científico aceptado en el Congreso aeroespacial ese país. También fueron a conocer las instalaciones de la NASA e Interorbital, la compañía estadounidense que creó el «kit» para el montaje de tubesats.
El kit tuvo que someterse a una completa re-ingeniería, a cargo del Master en Ingeniería y Gestión de Sistemas Espaciales Auro Tikami del INPE. «Como el Tancredo-1 tiene una vida útil de aproximada de tres meses, la reingeniería fue realizada a causa de requisitos de seguridad estipulados por JAXA y utilizando casi los mismos componentes originales.»
INPE mantiene el apoyo a los estudiantes y profesores que trabajaron en el proyecto y esperan lanzar otros satélites. «Una afirmación que siempre recordamos sobre este proyecto voluntario es que la parte más importante queda en la Tierra, en los participantes y el conocimiento generado que puede servir como un punto de partida para nuevas iniciativas de difusión de la ciencia«, dijo Walter Abraham dos Santos, investigador que coordina el proyecto en el INPE.
Fuente
INPE