Con los canales del infrarrojo térmico encendidos, Sentinel 3A, el nuevo satélite del Programa Copernicus completa sus primeras vistas del planeta. En este caso, las características del océano en las costas de Namibia.
Sentinel 3A es considerada la misión más completa de la serie Sentinel que forma parte del Programa Copernicus, dado que transporta un conjunto de instrumentos que permiten medir sistemáticamente la temperatura de los océanos, la superficie, el hielo y la atmósfera terrestre.
Estas mediciones serán utilizadas para monitorear y entender las dinámicas globales de gran escala, y proveer información crítica para las predicciones climáticas y oceánicas.
El Radiómetro de Temperatura Superficial Terrestre y Marina (SLSTR, por sus siglas en inglés) es particularmente sofisticado. Mide la energía irradiada desde la superficie terrestre en nueve bandas espectrales.
Al medir con precisión los cambios en la temperatura, el radiómetro podrá, por ejemplo, realizar una importante contribución al monitoreo de eventos a gran escala como el fenómeno El Niño.
Las primeras imágenes de Sentinel 3A se obtuvieron a través de sus canales ópticos. Antes de ser encendidos, los canales infrarrojos térmicos pasaron un proceso de descontaminación para asegurar una alta calidad en las mediciones.
La primera imagen de estos canales muestra las firmas térmicas sobre parte del oeste de Namibia y el Océano Atlántico Sur.
Esta imagen presenta la temperatura de brillo, que corresponde a la radiación emitida desde la superficie. Es necesario mayor procesamiento para remover los efectos atmosféricos y dar cuenta de las características de la superficie, a fin de convertir esta información en un verdadero mapa de la temperatura superficial.
Se observa el agua fría a lo largo de la costa de Namibia, emergiendo desde aguas profundas. La Corriente de Beguela fluye hacia el norte bordeando la costa occidental de África del Sur, impulsada por los vientos del sudeste, creando surgencias costeras.
Numerosos remolinos y meandros son generados en este complejo sistema. En estas pequeñas escalas se captan fenómenos de gran belleza. La comprensión de los cambios en los patrones de estas aguas es muy importante para la pesca, por ejemplo.
Sobre la tierra, se pueden identificar los pliegues distintivos de las dunas desérticas. De hecho, hacia el norte, en Gobabeb, se encuentra un sitio de validación de temperatura superficial terrestre, elegido por su característica aridez y ausencia de vegetación. Dicho sitio servirá para monitorear la precisión del sensor durante su misión.
Mientras los canales térmicos del instrumento medirán la temperatura de la superficie del mar y la tierra, también incluirá canales dedicados a la medición de incendios.
Esta capacidad junto al Instrumento de Color de la Tierra y el Océano (OLCI) ayudará a mapear las emisiones de carbono a partir de la quema de biomasa y para evaluar los daños y estimar la recuperación de las áreas quemadas.
Fuente: EUMETSAT