Héctor Huici, el secretario de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de la República Argentina, se presentó en las I Jornadas de Telecomunicaciones y Medios Electrónicos que se realizaron en la Universidad Abierta Interamericana, detallando los objetivos del Gobierno en el sector, entre los cuales afirmó que no se descarta incorporar capital privado en Arsat para potenciar las inversiones de la empresa.
“Arsat tiene previsto por su ley de creación la posibilidad de incorporar hasta un 49 por ciento de capital privado. Habría que plantearse si no hay alguna posibilidad de interesar al sector privado para que capitalice la compañía y el desarrollo pueda acelerarse y mejorarse”, indicó Huici.
El funcionario reconoció que el aporte previsto para Arsat en el presupuesto nacional sufrió un recorte que atribuyó al déficit fiscal, lo que llevó a demorar el proyecto de construcción del satélite Arsat 3. Luego sostuvo que, con los recursos disponibles, se está priorizando la terminación de la red troncal de fibra óptica montada por la empresa en los últimos años. “La idea es ofrecer capacidad para poder conectar a mil localidades donde la red ya pasa con capacidad de transporte y transmisión. Ofrecer a un precio competitivo ese acceso a la capacidad troncal para que sean los operadores locales los que completen la inversión y aprovechen la capacidad de transmisión para mejorar los servicios que vienen ofreciendo”, remarcó. Fue entonces cuando Huici aclaró que existe la posibilidad de incorporar capital privado a la compañía.
Al consultarle sobre si la oferta va a ser pública o si iban a abrir la puerta a prestadores de telecomunicaciones, Huici respondió, “lo mencioné porque existe como posibilidad en su ley de creación, pero eso obliga a elaborar un plan de negocios para Arsat, que es lo que se está haciendo, y revisar las distintas unidades: La parte satelital, la red de fibra óptica, el data center y la mochila de plomo de Arsat, que es el tema de la TDT (Televisión Digital Terrestre). Es una posibilidad que existe y que merece la pena ser estudiada“.
Fuente: Página/12