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Nauka: el módulo ruso de la ISS con más de una década de retraso

Originalmente programado para ser lanzado en 2007, el módulo científico ruso sufrió varios reveses en su producción, pero Roscosmos asegura que se lanzará durante la primera mitad de 2021.

Los comienzos de Nauka, también conocido como el Multipurpose Laboratory Module (MLM), pueden rastrearse a los inicios de la Estación Espacial Internacional. Originalmente fue fabricado como módulo de repuesto de Zarya, el primer módulo de la ISS, pero tras el lanzamiento exitoso de Zarya y la puesta en marcha de la Estación Espacial, la agencia especial rusa decidió reutilizar el módulo y transformarlo en un laboratorio para expandir el segmento ruso de la ISS, bautizándolo como Nauka, que en ruso significa “ciencia”.  

Con un diseño ambicioso, el módulo de poco más de veinte toneladas servirá varios propósitos, incluyendo múltiples estaciones de trabajo para realizar distintas investigaciones científicas y una esclusa para realizar experimentos en el exterior de la estación. A su vez contará con espacio habitacional y de descanso para los cosmonautas, sumando también un baño a la ISS. 

Nauka

Además, contará con elementos de propulsión y un brazo robótico fabricado por la Agencia Espacial Europea. Nauka será el sexto módulo que integrará el sector ruso de la Estación Espacial, sumando unos setenta metros cúbicos, y se acoplará en el puerto nadir de Zvezda, actualmente ocupado por el módulo Pirs.

Su fabricación, a cargo de la empresa Khrunichev, estuvo plagada de demoras, contratiempos y rediseños. El más grave de estos problemas fue una filtración de partículas metálicas en válvulas y las cañerías de combustible, detectada en 2013 cuando el módulo fue trasladado a la sede de RKK Energia para su certificación eventual lanzamiento a bordo de un lanzador Protón M. En ese momento, ingenieros de RKK Energia detectaron la presencia de estas partículas de un diámetro de entre 0.2 y 0.8 mm, bastante por encima de lo tolerable para la certificación de los sistemas. Estas partículas se habían filtrado tras las tareas realizadas para transformar al módulo y convertirlo en un laboratorio orbital. Al cortar y remover segmentos de tuberías de combustible, pequeños residuos de esos materiales ingresaron en el sistema.

Nauka fue trasladado entonces nuevamente a la planta de Khrunichev donde gran parte de sus sistemas tuvieron que ser completamente desmantelados para su limpieza, ya que para esta altura no se fabricaban repuestos de los componentes contaminados. El lanzamiento fue entonces programado para 2015, pero para entonces se tuvieron que reemplazar varios elementos del sistema de propulsión que quedarían fuera de garantía con las demoras, con lo que nuevamente su lanzamiento se postergó para 2019. Sin embargo, nuevamente se detectaron partículas metálicas, esta vez dentro de los tanques de propelente, con lo que los tanques tuvieron que ser reemplazados en una costosa y compleja operación.

Módulo ruso Nauka

Actualmente, Nauka se encuentra en Moscú donde su certificación también se ha visto demorada por la pandemia del Coronavirus, aunque el pasado 10 de julio Roscosmos informó que el módulo pasó la mayoría de las pruebas en vacío, incluyendo los sistemas de propulsión, termorregulación, acople, y varios sub-sistemas.

Se espera que finalmente sea trasladado a Baikonur a mediados de agosto donde se realizarán pruebas adicionales y finalmente será integrado al cohete Protón M  que lo lanzará a la ISS en 2021, según declaró Dimitri Rogozin, director de Roscosmos, el pasado abril.

Fuentes: Roscosmos, TASS.

Por: Franco Meconi (Twitter, Instagram)