Durante el 9 de Mayo de 2016 se podrá ver desde gran parte de la Tierra el paso de Mercurio por delante del Sol. Este fenómeno ocurre 13 veces en un siglo, y la última vez fue en 2006.
Dado su pequeño tamaño, para poder visualizar a Mercurio en su paso a través del Sol, se requiere la utilización de un telescopio o binoculares de alta potencia con filtros solares de vidrio especialmente recubierto o Mylar. En todos los casos, la mejor alternativa para el público en general, es recurrir a las instituciones especializadas que cuentan con los instrumentos adecuados para evitar cualquier tipo de daño y realizar una visualización segura.
Asimismo, durante todo el día se podrá acceder a imágenes del evento a través del sitio web de la NASA y sus redes sociales.
Mercurio podrá verse como un pequeño punto negro que cruzará el borde del Sol y realizará un viaje a través de la cara del Sol durante aproximadamente siete horas y media.
Si bien Mercurio completa una vuelta alrededor del Sol cada 88 días, raramente se alinean ambos astros con la Tierra. Dado que Mercurio orbita en un plano inclinado respecto de la órbita de la Tierra, generalmente se mueve por encima o por debajo de nuestra línea de visión del Sol.
Tres telescopios solares de la NASA realizarán el seguimiento del fenómeno durante el día, con el fin de obtener información que permita avanzar en el estudio del desplazamiento de los astros en el espacio y mejorar la calibración de instrumentos.
En la Ciudad de Buenos Aires, el Planetario Galileo Galilei organizó un evento especial abierto al público en forma gratuita para la observación del fenómeno, poniendo a disposición telescopios, filtros y otras técnicas especiales que permiten visualizar el paso de Mercurio delante del Sol.
El tránsito de Mercurio se verá en la mayor parte del mundo, a excepción de Oceanía y el extremo oriental de Asia. En Argentina, desde las 8:12 hs. hasta las 15:42 hs. será posible observar este impactante evento astronómico.
La primera vez que los astrónomos vieron este fenómeno fue en 1631. Dichas observaciones permitieron medir el tamaño aparente del disco de Mercurio, así como contribuyeron a estimar la distancia de la Tierra respecto del Sol.
En 2016, los científicos del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), operado conjuntamente entre la NASA y la ESA, y el Observatorio Dinámico del Sol de la NASA (SDO), trabajarán en equipo para estudiar este fenómeno. La misión solar HINODE también observará el evento. Es una colaboración entre las agencias espaciales de Japón, Estados Unidos, Reino Unido y Europa, lideradas por la Agencia Espacial Japonesa (JAXA).
Fuentes: