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La ESA prepara el lanzamiento de Proba-3

La misión supera con éxito sus pruebas.

La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) atraviesa un periodo exitoso de pruebas.

El proyecto es liderado por Sener, en estrecha colaboración con un equipo industrial formado por Redwire, Airbus, GMV y Spacebel, y en el que participa un gran consorcio formado por más de 29 empresas de 17 países. España y Bélgica son sus principales impulsores.

Sener es el contratista principal de la misión, responsable tanto del segmento de vuelo como del de tierra, junto con Airbus Defence and Space, que llevó a cabo el diseño y fabricación de las dos plataformas, y GMV, que desarrolló el Formation Flying Subsystem (FFS), el Flight Dynamics System (FDS) y la relativa función GPS (rGPS).

«Proba-3 será la primera misión que demostrará la viabilidad de un exquisito vuelo en formación de alta precisión, a escala milimétrica, entre satélites en el espacio. Los satélites volarán de forma coordinada, actuando como un único instrumento para imitar un eclipse solar según sea necesario. Es una misión extremadamente desafiante desde el punto de vista técnico que requerirá una precisión sin precedentes», remarcó Dietmar Pilz .

«Me complace ver que Proba-3 está entrando en sus etapas finales de verificación. Ha sido un largo viaje que ha sido posible gracias al compromiso y trabajo del consorcio industrial de empresas que trabajaron juntas para hacerlo posible bajo el Programa General de Tecnología de Apoyo (GSTP) de la ESA. Le deseo toda la suerte a una misión importante que permitirá proyectos futuros, siguiendo el mandato de la ESA de apoyar misiones de demostración técnica», agregó.

Los dos satélites volarán en una órbita elíptica a poco más de 60.000 kilómetros de la Tierra (más de 10 veces la distancia entre la superficie y el núcleo de la Tierra).

Cada satélite actuará de forma independiente, calculando su posición y trayectoria respecto a su homólogo, sin apoyo de un operador humano, utilizando sistemas avanzados de guiado, navegación y control (GNC).

Además, el satélite Coronagraph albergará el coronógrafo de la misión, un instrumento que apuntará directamente al Sol. El segundo satélite, Occulter, eclipsará al Sol, colocándose entre el Sol y el Coronógrafo. Lo hará mediante un disco de 140 centímetros de diámetro y diversos dispositivos (ópticos y láser) que servirán para calcular las posiciones y actitudes relativas de los dos satélites para posicionarlos con mucha precisión.

El coronógrafo en el espacio podrá obtener imágenes del Sol que no se verán afectadas por las perturbaciones de la atmósfera terrestre, mientras que el satélite Occulter, ubicado a cientos de metros del punto focal del instrumento óptico, reducirá en gran medida los efectos de la difracción.

José Julián Echevarría, director general de Aeroespacial y Defensa de Sener, destacó que «Proba-3 es una misión especialmente ambiciosa, con un gran potencial para beneficiar la ingeniería aeroespacial y la astronomía, pero también es un gran ejemplo de colaboración industrial».

«Estamos entusiasmados de formar parte de esta colaboración internacional, contribuyendo con las dos plataformas satelitales. La misión Proba-3 representa un hito importante en la exploración espacial y la cooperación entre países. Estamos especialmente orgullosos de contribuir al avance de la ciencia y la tecnología», afirmó el vicepresidente de Airbus DS Space Systems en España, Luis Guerra Peña.

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