Un cohete Vega-C despegó este martes desde el puerto espacial europeo de Kurú (Guayana Francesa) para poner en órbita el satélite Biomass, la nueva misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), que estudiará los bosques.
La iniciativa proporcionará información esencial sobre la salud y la dinámica de los bosques del mundo, revelando su evolución a lo largo del tiempo y, fundamentalmente, mejorando nuestra comprensión de su papel en el ciclo global del carbono.
Biomass es el primer satélite con un radar de apertura sintética de banda P, capaz de entrar en el interior de los bosques para medir su altura y la biomasa, lo que le permitirá elaborar estimaciones más precisas de la cantidad de carbono que contienen y cómo cambia con el tiempo.
Gracias a la larga longitud de onda de la banda P, de unos 70 centímetros, la señal del radar puede atravesar toda la capa forestal para medir la biomasa, es decir, los troncos, ramas y tallos leñosos, donde los árboles almacenan la mayor parte de su carbono.
Vega-C, operado por Arianespace, es la evolución de la familia de cohetes Vega y ofrece mayor rendimiento, mayor volumen de carga útil y mejor competitividad.
El satélite Biomass orbitará a 666 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y utilizará su antena de 12 metros de diámetro para recopilar datos que ayudarán a crear mapas detallados de la estructura de los bosques, como la altura de los árboles y la densidad del bosque. A partir de estos datos, los científicos podrán estimar la biomasa forestal y la cantidad de carbono que almacena.