Acceso al Espacio

Klaus von Storch, el astronauta chileno

Klaus von Storch

La Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile, a través del Consejo de Ministros para el Desarrollo Espacial, publicó una entrevista con Klaus von Storch, ingeniero aeroespacial chileno, quien analiza el estado de situación actual y el futuro de los viajes espaciales.

Klaus von Storch es un ingeniero aeroespacial chileno. Fue piloto de combate y comandante de las Fuerzas Armadas Chilenas. Colaboró en los proyectos Fasat Bravo, Chinitas y en el Acuerdo entre Chile y Rusia. También se postuló para viajar a la Estación Espacial Internacional. Actualmente es Asesor del Comité Científico Técnico para el Espacio de Chile y Vicepresidente de Astro Chile.

A través de su portal web, la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile publicó una entrevista con quien –a pesar de no haber nunca viajado al espacio- es conocido como el astronauta chileno. Latam Satelital comparte la experiencia de Klaus von Storch.

Klaus von Storch fue el elegido en los noventa, cuando aún pertenecía a la Fuerza Aérea de Chile, para ser el primer compatriota que nos representaría fuera de la Tierra. Su viaje con la NASA estaba programado para abril de 2003, para desarrollar un experimento sobre el mal de Chagas, una enfermedad parasitaria, pero por líos burocráticos y el accidente del transbordador Columbia, la NASA decidió acotar sus presupuestos y cerrar programas.

Tiempo después, tuvo la oportunidad de viajar con la agencia espacial rusa. Ese plan también se cayó.

Hoy, con 54 años, el ingeniero aeroespacial aún desea y cree poder llegar más allá del cielo, ahora gracias a empresas privadas que están teniendo un gran auge por algunos multimillonarios que están dispuestos a pagar por una aventura en el espacio.

¿Las empresas privadas están liderando los viajes versus la NASA?

—Antes, muchas cosas de desarrollo se hacían a través de entidades estatales pero la NASA se abrió a un camino privado, donde se han ido bajando los costos en forma súper competitiva.

¿Una carrera espacial privada?

—Son muchas empresas. Las que lideran son Boeing (que tiene gran participación estatal) y SpaceX, que entró hace poco y con gran fuerza. Otro es Robert Bigelow, un empresario que desarrolló materiales especiales que evitan que a los astronautas les llegue la radiación en una estación inflable privada.

¿Estas empresas aseguran que van a volver todos los tripulantes?

—La NASA y las agencias espaciales siempre contemplan el regreso de las personas. Hubo mucho tema comunicacional por un concurso (Mars One) de gente que iba a viajar a Marte sin regreso, que es una especie de reality. Me cuesta creer que eso vaya a avanzar. Elon Musk, cofundador de Paypal y que es el dueño de SpaceX, sí tiene contemplado, al año 2018, llegar al planeta Marte, pero ida y vuelta.

También hay viajes cortos. ¿Es el dueño de Virgin Mobile, Richard Branson, el más avanzado?

—Lo que pretende hacer Virgin Galactic son vuelos de hasta 100 kilómetros de altura, que son vuelos suborbitales que es la altitud donde legalmente se definió que empieza el espacio. Esa distancia es como elevarse desde Santiago hasta Rancagua y donde se induce la microgravedad. Los vuelos suborbitales cuestan cien mil dólares, no más allá de los 300 mil dólares (200 millones de pesos aprox.)

¿Quiénes son los pilotos de estas empresas privadas? ¿Hay fuga de profesionales desde la NASA?

—Los astronautas se van formando en la NASA o en la agencia espacial rusa, o en Europa o China, pero ellos generalmente viajan una a tres veces al espacio y después se retiran. Y en la NASA hay que ser claros, las remuneraciones no son muy grandes; entonces, hay gente que está buscando oportunidades de trabajo en otros lados.

¿Dejará de ser una excentricidad de multimillonario viajar al espacio?

— No me sorprendería. Es como cuando uno en el año 1900 veía a los hermanos Wright. Nunca se imaginó que una persona pudiese estar trasladándose de Chile a Europa o Asia. Y los costos y riesgos eran en principio altos, pero en la medida en que se masifican van bajando. Al pasar los años puede abrirse significativamente. Igual el precio no va a ser bajo.

¿Tiene planes de ir al espacio?

—Uno siempre puede tener intenciones, pero nadie puede escribir el futuro.

Fuente: Subtel