Nota del operador satelital global Inmarsat sobre la utilización de tecnología para mejorar la producción de alimentos en América Latina.
Introducción
Los alimentos y productos agrícolas en general son exportaciones vitales para América Latina. Muchos países de la región han logrado buenas tasas de crecimiento en la productividad agrícola recientemente. Sin embargo, como la población sigue creciendo mientras aumenta la demanda y la competencia mundialmente, las oportunidades que pueden aprovecharse, tanto en el país como en el extranjero, requieren más mejoras de la productividad. El reto consiste en intensificar la producción en las tierras agrícolas de manera sostenible. La infraestructura inadecuada es también un elemento que afecta al rendimiento de los sistemas de producción, lo que a menudo impide que el producto llegue al mercado o aumenta los costos debido a los mayores tiempos de tránsito.
Últimamente, las cadenas de valor agroalimentarias en América Latina han comenzado a crecer a medida que los países invierten en avances tecnológicos para que el sector agroalimentario sea más eficiente para los consumidores y productores de toda la región. En la actualidad, el sector agrícola ha comenzado a colaborar con empresas tecnológicas especializadas en comunicaciones por satélite, automatización de procesos y seguimiento de activos para mejorar los procesos y la gestión de las cadenas de suministro agrícolas.
¿Cómo está implementando la tecnología la industria agrícola?
Para hacer frente a estos desafíos y gestionar la fluctuante demanda, asegurando al mismo tiempo la estabilidad de los productos básicos agrícolas, las empresas agrícolas locales de toda América Latina han recurrido a tecnologías como la de Agricultura 4.0: El Futuro de la Tecnología Agrícola para mejorar las operaciones y aumentar la producción de alimentos. Esta nueva tendencia tecnológica, que incluye un mayor enfoque en la agricultura de precisión, se basa en dispositivos de IO en el campo y a lo largo de la cadena de suministro y en el uso de grandes datos para impulsar una mayor eficiencia empresarial. A través de la innovadora tecnología Agricultura 4.0, las granjas pueden modernizarse y convertirse en empresas inteligentes totalmente conectadas.
Inmarsat, la empresa líder mundial en comunicaciones satelitales se está asociando con empresas de AgriTech en toda América Latina para hacer posible estas tecnologías. Esto permite a los usuarios prepararse con nuevas capacidades y conocimientos, proporcionando una mayor visibilidad, eficiencia y productividad a lo largo de todo el trayecto de la producción de alimentos.
Habilitando la granja conectada
Para los agricultores, la aplicación de la cantidad adecuada de insumos, como el agua o los fertilizantes, según las necesidades de cada cultivo es vital para maximizar la productividad, la calidad y optimizar el costo. Sin embargo, saber cuál es esta «cantidad correcta» puede ser un reto y depende de datos fiables y objetivos. El desafío se agrava aún más cuando los cultivos se realizan en grandes superficies y el costo de desplegar recursos humanos para vigilar los campos es elevado.
En las explotaciones agrícolas inteligentes y conectadas, integradas con sistemas de IO, los agricultores pueden esperar confiar en una amplia gama de dispositivos de recogida de datos, como sensores, aviones no tripulados y equipos agrícolas de precisión, que les permite obtener información en tiempo real para tomar decisiones inteligentes. Muchas de esas soluciones dependen de una conectividad fiable a Internet sobre el terreno para llevar los datos del dispositivo a la plataforma de software, pero todavía hay grandes extensiones de tierras agrícolas en las zonas rurales de América Latina que carecen de una conectividad fiable o inexistente, ya sea por falta de infraestructura celular o de banda ancha.
La conectividad ubicua de los satélites abre enormes posibilidades para que los agricultores de zonas remotas aprovechen la granja conectada. En algunos casos, esto es tan simple como conectar equipos de trabajadores de primera línea en grandes plantaciones con centros de operaciones para priorizar la carga de trabajo y crear eficiencias. Llevándolo un paso más allá, las comunicaciones por satélite pueden ser un puente que permita a los agricultores conectar dispositivos productores de datos en el campo, como estaciones meteorológicas, sensores, maquinaria agrícola inteligente a las aplicaciones comerciales y comenzar a automatizar procesos que antes se habrían hecho manualmente (por ejemplo, encender y apagar a distancia las bombas de agua y los sistemas de riego). En consecuencia, los cultivadores obtienen una mayor visibilidad de las condiciones del campo, lo que permite una toma de decisiones más precisa con menos tiempo de visita a los campos. De hecho, las investigaciones de Inmarsat demostraron que las empresas agrícolas esperan que las soluciones de IO ayuden a aumentar su volumen de negocios en más de un 16%.
Infraestructura de almacenamiento
La postcosecha, el almacenamiento de los cultivos, ya sea en una granja o en un contenedor en la parte trasera de un camión de barco es un componente crítico del viaje de producción de alimentos. En particular, la política agrícola de Chile se ha centrado tanto en el desarrollo de mercados internos eficientes (mejorando la información sobre el mercado, la infraestructura de almacenamiento, promoviendo la agricultura por contrato) como en la promoción de las exportaciones agrícolas a través de su Fondo de Promoción de Exportaciones Agropecuarias. En el caso de los cultivos almacenados, pronto pueden producirse pérdidas si parámetros como la temperatura, la humedad o la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV), como el etileno, no se encuentran en niveles óptimos. Si el producto se deja sin control, los cambios en las condiciones pueden causar rápidamente el deterioro de la calidad y, en consecuencia, pueden llevar al incumplimiento de los requisitos de venta al por menor y de los reglamentos, lo que provoca pérdidas de ingresos para los agricultores.
Además, los desastres naturales o las crisis mundiales pueden tener efectos aún más perturbadores en las cadenas de suministro, con demoras en los envíos o interrupciones con poca antelación. Por consiguiente, la capacidad de vigilar las condiciones de almacenamiento de los productos básicos en tiempo real, dondequiera que se encuentren, permite a las empresas adoptar medidas para evitar pérdidas posteriores a la cosecha. Las redes mundiales de satélites fiables, junto con la tecnología de sensores de bajo costo, son fundamentales para proporcionar esta visibilidad, tanto si los productos básicos se encuentran en una explotación agrícola remota como si se transportan en un camión o en un barco.
El viaje de transporte – visibilidad de la cadena de suministro
En enero de 2020, Inmarsat anunció una asociación plurianual con Rumo SA, la mayor empresa de transporte y logística de América Latina. Esta asociación aumenta el valor para el desarrollo agrícola de Brasil, ya que mejora la logística de transporte del país, lo que provoca una reducción significativa de los principales cuellos de botella en las operaciones. Por ejemplo, se estima que los costos de transporte de la soja en Brasil son siete veces superiores a los de los Estados Unidos, debido principalmente a la deficiente infraestructura, lo que hace que los costos logísticos representen el 32% de los costos totales de exportación de la soja.
La conectividad de Inmarsat facilita que la cadena de suministro del sector logístico mundial sea más eficiente. La tecnología de sensores de IO analiza la ubicación y las condiciones de los productos básicos agrícolas, ya sea que se transporten por tierra, mar o aire. Esto permite a las empresas saber dónde se encuentran exactamente sus activos, el estado de cada mercancía -incluso en tránsito-, lo que les permite adoptar medidas tempranas para salvaguardar la calidad. De hecho, las investigaciones han demostrado que la tasa de adopción de redes de satélites entre las empresas de transporte fue superior a la de otros sectores, lo que demuestra la importancia de la cobertura para facilitar las cadenas mundiales de suministro.
Conclusión: El futuro del viaje de la producción de alimentos de América Latina
Dado que América Latina sigue representando un porcentaje cada vez mayor de las exportaciones agrícolas y pesqueras mundiales, la región debe dar prioridad a las tecnologías digitales para modernizar las prácticas y situarla en la era de la Agricultura 4.0. Las comunicaciones fiables por satélite pueden ser una de las formas más eficientes de mejorar la cadena de suministro agrícola, al abrir posibilidades para que los agricultores de zonas remotas aprovechen las ventajas de la Agricultura 4.0. El aumento de la conectividad integra aún más los productos agrícolas en gran escala a través de lugares remotos. En algunos casos, esto es tan sencillo como conectar a las personas y vigilar las condiciones del campo, desde dispositivos como las estaciones meteorológicas hasta la automatización completa de los procesos que permiten la agricultura semiautónoma.
Aunque la conectividad por satélite tal vez no sea la solución de la industria, al utilizarla junto con las tecnologías de conectividad terrestre puede crear un ecosistema agroalimentario más eficiente. Como la región aspira a convertirse en el granero del mundo, la industria agrícola de América Latina es la principal beneficiaria de las soluciones de IO y de la conectividad por satélite. Mediante la aplicación de estas tecnologías, las operaciones agrícolas pueden lograr un trayecto de producción de alimentos sin problemas y más conectado que garantice la seguridad alimentaria de la región, al tiempo que se allana el camino para que otros sectores de productos básicos lo sigan.
Autor: Inmarsat