El equipo encargado de investigar la causa de la explosión del Falcon-9 determinó que el incidente se produjo en el sistema de helio de la segunda etapa aunque la causa aún se desconoce.
El 1 de septiembre el cohete Falcon-9 de SpaceX explotaba intempestivamente en la rampa de lanzamiento SLC-40 en Cabo Cañaveral, Florida, en los Estados Unidos. El incidente provocó la pérdida del cohete y su carga útil, el satélite israelí de comunicaciones geoestacionario AMOS-6 que debía lanzarse unos días después.
Este incidente generó, además de la pérdida del Falcon-9, el AMOS-6 y los daños en la rampa SLC-40, incertidumbre respecto a la fiabilidad del Falcon-9 y puede alterar los ambiciosos planes de la compañía liderada por Elon Musk para lanzar una misión tripulada al planeta Marte entre otras iniciativas.
El 2 de septiembre SpaceX emitió una serie de comunicados informando sobre el incidente donde señalaba que se iniciaba un proceso de investigación sobre las posibles causas que llevaron a la pérdida del Falcon-9 y su carga útil.
El 23 de septiembre la compañía emitió un nuevo comunicado indicando que el Equipo de investigación del Accidente (AIT por las siglas en inglés) compuesto por expertos de la industria, de la NASA, de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y de SpaceX se encuentra analizando grandes volúmenes de datos de ingeniería, videos e imágenes. El tiempo entre que el cohete explotara perdiéndose comunicación y las primeras señales de anomalías es de 93 milisegundos, lo que dificulta el análisis.
Según el comunicado del 23 de septiembre, ya se ha identificado el posible motivo del desastre: todo apunta a que la explosión se produjo por la rotura del sistema de helio de la segunda etapa, situado dentro del tanque de oxígeno líquido. Este sistema es el encargado de presurizar los tanques de la segunda etapa.
Las instalaciones de la SLC-40, que al momento de la explosión estaban desocupadas por procedimientos estándar, fueron parcialmente afectadas. La infraestructura principal está en buenas condiciones según señaló SpaceX.
SpaceX cuenta con otras facilidades para lanzamientos en Cabo Cañaveral que se encuentran distanciadas de la SLC-40 y no fueron afectadas por la explosión. La empresa espera retomar la actividad en noviembre. La producción y fabricación de lanzadores no fue interrumpida y se continúan desarrollando motores, tanques y otros sistemas que no se encuentran bajo investigación.
Fuente