GMV adquirió un contrato de 1,6 millones de euros de la Agencia Gallega de Innovación de la Xunta de Galicia para desarrollar un sistema de ciberseguridad que permita detectar interferencias de radiofrecuencia en el entorno del Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (CIAR).
De esta manera, la iniciativa busca proteger tanto las comunicaciones como el posicionamiento por satélites de los UAV (vehículos aéreos no tripulados), de tal forma que las operaciones en el área del aeródromo de Rozas se puedan llevar a cabo de forma continua y con la seguridad necesaria. Además, busca desarrollar el polo de Rozas como epicentro de la I+D+i aeroespacial, posicionar Galicia como actor global en el sector y crear empleo de calidad.
El CIAR es un centro de ensayos europeo que permite que investigación y la experimentación en el ámbito de los sistemas no tripulados. En ese sentido, ofrece las infraestructuras y equipamientos en tierra necesarios para el desarrollo de las plataformas no tripuladas, sus sistemas y equipos. Para ello, el sistema monitorizará tanto las señales enviadas por los satélites de posicionamiento como las señales utilizadas por los enlaces de comunicación entre las estaciones de control y los UAV.
Los sistemas de navegación por satélite (Global Navigation Satellite System o GNSS) permiten que las aeronaves puedan obtener su posición de forma precisa a lo largo de todo el vuelo. Gracias a esto, y a la alta disponibilidad de los servicios GNSS, los UAV pueden hacer uso de funciones avanzadas como por ejemplo el vuelo autónomo. El sistema de ciberseguridad, que será desarrollado por GMV y la empresa gallega CENTUM research & technology (2), protegerá al CIAR frente a eventos de tipo jamming y spoofing, intencionados o no, sobre las señales GNSS que usan los UAV.
Dentro de los posibles ataques a los sistemas de navegación, el jamming pretende perturbar de forma intencionada la calidad de la recepción de señales del sistema de posicionamiento. La idea es generar señales en las mismas bandas de frecuencias en las que emiten los satélites, pero con una mayor potencia, de forma que se evite la correcta adquisición de las señales reales por parte del receptor atacado. Las técnicas de spoofing por su parte, suplantan las señales de posicionamiento, haciendo creer a la aeronave que se encuentra en una posición distinta a la real.
Asimismo, el sistema desarrollado en este proyecto liderado por GMV, incluirá una solución de ciberseguridad para proteger las bandas de comunicaciones de los UAV, y evitar así la pérdida de control del UAV debido a posibles ataques dirigidos al enlace de comunicaciones entre el vehículo no tripulado y la estación de control en tierra.
El sistema de ciberseguridad estará compuesto por una red de estaciones en tierra y un sensor embarcado en un UAV. Las estaciones en tierra monitorizarán de forma continua las bandas de radiofrecuencia correspondientes, mientras que el sensor embarcado en el UAV permitirá la geolocalización de las fuentes de interferencia que se encuentran en las áreas no cubiertas por las estaciones
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