De acuerdo con lo esperado, la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea, concluyó el 30 de septiembre de 2016, tras un impacto controlado sobre el cometa que estuvo investigando durante más de dos años.
A las 11:19 GMT del 30 de septiembre de 2016, el Centro de Control de la ESA en Darmstadt, Alemania, confirmó el fin de la misión Rosetta, al perder la señal de la nave tras el impacto sobre el cometa.
El 29 de septiembre de 2016 a las 20:50 GMT se llevó a cabo la maniobra final de Rosetta, que la posicionó en el curso de colisión hacia el cometa, desde una altitud de unos 19 kilómetros. El objetivo de Rosetta era una región en el pequeño lóbulo del Cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
El descenso le permitió a Rosetta estudiar el ambiente de gas, polvo y plasma del cometa, muy cerca de su superficie, así como la captación de imágenes de muy alta resolución. En el área donde descendió Rosetta se encuentran numerosas fosas activas, que resultan particularmente interesantes porque juegan un importante rol en la actividad del cometa y proveen una ventana única hacia su estructura interna.
La información recogida durante el descenso fue enviada a la Tierra antes del impacto. Actualmente ya no es posible establecer una comunicación con la nave.
Desde su lanzamiento en 2004, Rosetta se encuentra en su sexta órbita alrededor del Sol. Su viaje de aproximadamente 8.000 millones de kilómetros incluyó tres sobrevuelos en la Tierra y uno en Marte, y dos encuentros con asteroides. La nave estuvo 31 meses en hibernación en el espacio profundo, antes de despertar en enero 2014 y finalmente arribar al cometa en agosto de ese año. Antes de convertirse en la primera nave en orbitar un cometa, y la primera en desplegar un robot de aterrizaje, Philae, en noviembre 2014, Rosetta continuó monitoreando la evolución del cometa durante su más cercana aproximación al Sol y más allá.
La decisión de finalizar la misión en la superficie fue resultado de la salida de Rosetta y el cometa más allá de la órbita de Júpiter. Más lejos del Sol de lo que nunca antes había viajado, habría poca energía para operar la nave. Los operadores de la misión también se enfrentaron a un largo período durante el cual el Sol estaría cerca de la línea de visión entre la Tierra y Rosetta, dificultando cada vez más las comunicaciones con la nave.
Muchos descubrimientos sorprendentes fueron realizados durante la misión, no sólo la curiosa forma del cometa que se volvió aparente durante la aproximación de Rosetta entre julio y agosto 2014. Los científicos creen que los dos lóbulos del cometa se formaron independientemente, uniéndose en una colisión de baja velocidad en los primeros días del Sistema Solar.
El monitoreo de largo término también ha mostrado la importancia de la forma del cometa en la medida que influencia sus estaciones, moviliza polvo a través de su superficie, y explica las variaciones medidas en la densidad y composición de la atmósfera del cometa.
Algunos de los más inesperados e importantes resultados están ligados a las corrientes de gases desde el núcleo del cometa, incluyendo el descubrimiento de oxígeno molecular y nitrógeno, así como de agua con un sabor diferente a la que se encuentra en los océanos terrestres.
En conjunto, estos resultados apuntan a que el cometa ha nacido en una región muy fría de la nebulosa protroplanetaria, cuando el Sistema Solar todavía se estaba formando, hace más de 4500 millones de años.
Mientras que aparentemente el impacto de cometas como este no habría entregado tanta agua terrestre como se pensaba previamente, una pregunta mucho anterior era si habían traído ingredientes considerados cruciales para el origen de la vida.
Rosetta ha detectado el aminoácido glicina, que comúnmente se encuentra en proteínas y fósforo, componentes claves del ADN y las membranas celulares. Numerosos compuestos orgánicos fueron también detectados por Rosetta desde su órbita, y también por Philae sobre la superficie.
Mientras que la parte operativa de la misión ha finalizado este 30 de septiembre de 2016, los análisis científicos continuarán durante muchos años.
En términos generales, los resultados ofrecidos por Rosetta hasta ahora suponen que el cometa es parte de antiguos restos del Sistema Solar en su etapa de formación, así como fragmentos de colisiones producidas más tarde por grandes cuerpos, dando un panorama único acerca de las características que las estructuras de los planetas habrían tenido hace 4600 millones de años.
Acerca de Rosetta
Rosetta fue una misión de la ESA en contribución de los Estados Miembros y de la NASA. Philae, el robot de aterrizaje de Rosetta, fue provisto por un consorcio liderado por DLR, MPS, CNES y ASI. Rosetta fue la primera misión en la historia en encontrarse con un cometa y acompañarlo en su órbita alrededor del Sol. También fue el primer despliegue de un robot de aterrizaje en la superficie de un cometa, y más tarde terminó su misión en un impacto controlado sobre el cometa.
Los cometas son cápsulas del tiempo que contienen material primitivo desde la época en la que el Sol y sus planetas se formaron. Estudiando el gas, polvo y estructura del núcleo y los materiales orgánicos asociados al cometa, a través de observaciones remotas e in situ, la misión Rosetta es clave para descubrir la historia y la evolución de nuestro Sistema Solar.
Fuente: ESA
Imagen: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA. Última imagen captada por Rosetta sobre el Cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, tomada con la cámara OSIRIS poco antes del impacto, a una altitud estimada de 20 metros sobre la superficie.