Este artículo ofrece una mirada transversal acerca de los distintos hechos significativos que tuvieron lugar durante el mes de Marzo 2016 en el sector espacial en Latinoamérica, a la luz de los principales hitos ocurridos a nivel global. Análisis y reflexiones sobre el caso argentino.
Quizás a simple vista pareciera que en el mundo el sector avanza a un ritmo vertiginoso frente al cual nuestra región queda desacoplada, relegada, resultando muy difícil percibir dónde entra Latinoamérica en el rompecabezas global de la industria espacial. Sin embargo, una lectura transversal de las principales actividades, proyectos y debates que se dan en el sector permite identificar ciertas tendencias o regularidades que trazan algunos horizontes y oportunidades para la región.
Los programas europeos evidencian que la continuidad y el trabajo sostenido son esenciales en esta industria para el logro de avances significativos y resultados que impacten en el desarrollo de los países involucrados. El caso del Programa Copernicus, que Latam Satelital viene siguiendo de cerca, es un claro ejemplo en este sentido, poniendo la tecnología satelital al servicio del crecimiento económico de la Unión Europea. Desde diversas aristas fue posible observar los resultados de este programa en el último mes: la disponibilidad de los datos generados por la misión Sentinel-3A, lanzado en febrero, el próximo lanzamiento de Sentinel-1B, programado para el mes de abril, el impulso al desarrollo de aplicaciones para dispositivos móviles que utilicen los datos de Copernicus, son sólo algunos ejemplos. A su vez, la vinculación de estas misiones con el sistema EDRS para la transmisión de la información obtenida por los satélites de observación terrestre, ya en funcionamiento a partir de la puesta en servicio de Eutelsat-9B, revela una mirada integral de la tecnología espacial.
Otro hito significativo que pone de relieve la necesidad de continuidad en los programas espaciales, fueron los 30 años de las misiones SPOT cumplidos en marzo, satélites de observación de la Tierra de origen francés que cuentan con numerosa información obtenida por sus sensores para diversas aplicaciones.
Mientras tanto, la carrera espacial no se detiene y mientras la empresa rusa KosmoKurs prepara los viajes turísticos espaciales para 2020, la ESA envía al espacio la misión ExoMars y SpaceX continúa intentando recuperar el vehículo Falcon 9 tras realizar un lanzamiento espacial. Los astronautas suben y bajan de la Estación Espacial Internacional, realizando misiones de gran duración.
Por más lejano que todo esto parezca de Latinoamérica, la mirada de los grandes está puesta en la región. HispaSat ha presentado su informe de ejercicio 2015, en el cual revela su fuerte apuesta al mercado latinoamericano. Eutelsat lanzó al espacio su satélite de comunicaciones 65W, que brindará servicios sobre gran parte de Latinoamérica y busca, entre otras cosas, la transmisión transatlántica de las olimpíadas de Río de Janeiro. El operador StarGroup anunció que brindará servicios de banda ancha satelital sobre México, utilizando la capacidad de Eutelsat 65W. AxeSat en alianza con Sevis System brindará servicios móviles optimizados a través de su red de backhaul satelital en Latinoamérica. Por su parte, la Agencia Espacial Italiana desarrolló una presentación de sus capacidades destinada a los países latinoamericanos, en el marco del programa “Italia en Latinoamérica”, de la cual participaron numerosos referentes del sector a nivel regional.
En este contexto es posible otorgar nuevos sentidos a los avances que se observan en la región. La misión Perú-Sat que está siendo desarrollada por Airbus se encuentra próxima a su lanzamiento previsto para mitad de año. Será el primer satélite submétrico de la región. En Brasil empresas locales desarrollan las cámaras del Amazonia-1 y el SGDC de comunicaciones atraviesa la etapa de ensayos en Francia mientras se preparan en Brasilia las instalaciones del Centro de Operaciones que lo comandará. El Miranda, de Venezuela, supera exitosamente las maniobras para evitar su colisión con otro satélite en órbita. Bolivia profundiza la articulación con el sector universitario para la transferencia tecnológica y la formación profesional en materia espacial. México impulsa el desarrollo de acuerdos de cooperación a nivel internacional orientados al fortalecimiento de su sector espacial nacional.
Las miradas del mundo están puestas en Latinoamérica. Las oportunidades de crecimiento están presentes. Se requiere de un trabajo estratégico y un fuerte compromiso de los Estados para dar continuidad a los planes y programas espaciales, ya que se trata de un área donde los resultados no son inmediatos.
El caso argentino: entre lo gestual y lo real
En Argentina, a 100 días de iniciada la nueva gestión del Gobierno Nacional, en el sector espacial prevalece la incertidumbre por sobre las definiciones. Las contradicciones y las inconsistencias entre dichos y hechos revelan pocas certezas sobre el rumbo de las políticas públicas en el área espacial. El tema, sin embargo, está sobre la mesa. Las apariciones mediáticas de los actores más relevantes están en escena semana a semana, pero hay una distancia entre sus declaraciones y los avances concretos en la gestión de los diversos proyectos en marcha. Sin duda el tema destacado del mes fue el impactante anuncio de la suspensión –al menos por el momento- del desarrollo de la misión ARSAT-3, prevista en la Ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital Argentina. Siendo uno de los logros más emblemáticos del gobierno anterior, el freno al ARSAT-3 impactó fuertemente en los medios y en la opinión pública en general, copando las redes sociales y disparando numerosas acciones por parte de diversos actores políticos de relevancia. Los entredichos entre la actual y la anterior gestión de la empresa estatal, dejan en evidencia la ausencia de definiciones concretas sobre el rumbo de la empresa y la inconsistencia de los argumentos que se esgrimen en detrimento de la continuidad del proyecto. Lo cierto es que la actual gestión, lejos de mostrar sus propuestas y mejoras de cara al futuro, se caracterizó en estos 100 días por su alto perfil mediático plagado de críticas a la anterior gestión y el freno a los principales proyectos que estaban en curso.
La indefinición en términos concretos tuvo su contracara en el plano de lo gestual. Por un lado, la presencia de las autoridades de ARSAT en el SatShow 2016 y el anuncio del inicio de “pruebas técnicas” para comercializar ARSAT-2 en los Estados Unidos; también el reconocimiento en el Día de la Mujer a la ingeniera Ana Caumo realizado en La Pampa. Por otra parte, se dieron a conocer avances y nuevos pasos en el proyecto Tronador II de la CONAE y el próximo lanzamiento del vehículo experimental VEX. Un gesto de mayor alcance fue la visita del presidente Macri a la empresa rionegrina INVAP, que fue interpretado en el momento como augurio de nuevos proyectos y continuidad en el sector. La creación de la Dirección de Asuntos Satelitales formalizada por Boletín Oficial también parecía una señal de toma de decisiones a nivel político sobre el futuro del sector, si bien no se han conocido aún las autoridades del organismo.
Pasados estos primeros meses, la expectativa está puesta en materializar los gestos en decisiones y acciones concretas para seguir desarrollando el sector espacial argentino, que tuvo un impulso sin precedentes en los últimos años, y que requiere continuidad si se quieren consolidar los logros alcanzados y profundizar esta Política de Estado de cara al futuro.
Texto: María Fernanda de la Mota
Imagen: NASA Visible Earth
