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Brasil y EE.UU. preparan acuerdo sobre el uso de Alcântara

El acuerdo para el uso del Centro de Lanzamiento de Alcântara permitirá que empresas de los Estados Unidos puedan lanzar sus cohetes y cargas útiles desde Brasil. El texto definitivo, aún no publicado, suaviza las condiciones impuestas por Estados Unidos.

 El gobierno de Brasil anunció, el pasado lunes 11 de marzo, que negoció con los EE.UU. un nuevo Acuerdo de Salvaguardias Tecnológicas (AST) que permitirá que empresas norteamericanas puedan brindar servicios de acceso al Espacio desde el Centro de Lanzamiento de Alcântara (CLA). El interés de EE.UU. en la firma de este entendimiento radica en su intensión de proteger sus secretos tecnológicos. Brasil, por su parte, pretende que las condiciones no afecten el desarrollo de su programa espacial.

Se espera que el acuerdo se firme durante la vista a Washington que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, realizará la próxima semana. Según declaraciones de funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, el texto del acuerdo está cerca de ser cerrado entre las partes, a falta de definir algunos detalles. El uso del CLA por parte de otros países puede abrirle a Brasil un mercado de cerca de 140 millones de reales al año. Desde la base de Alcântara, que hoy en día no tiene actividad, se lanzaron sin éxito dos vuelos del lanzador VLS y un tercer intento finalizó con una explosión del cohete en la torre de lanzamiento, produciendo la muerte de 21 técnicos que trabajaban en el lugar en el año 2003.

Centro de Lanzamiento de Alcântara (CLA)

Si bien el AST se ha intentado firmar en otras oportunidades, las nuevas condiciones que comenzaron a negociarse en el año 2016, durante la presidencia de Michel Temer, resultan menos restrictivas para Brasil. Las áreas que en otras oportunidades de definía como “segregadas” ahora se consideran “restringidas” lo que permite que las autoridades brasileras puedan acceder, sin necesidad de previa consulta a EE.UU., en situaciones tales como incendios u otras emergencias. La existencia de áreas “segregadas” fue uno de los motivos por los que la primera versión del AST fue rechazada en el año 2000, por considerarse que constituían una violación a la soberanía.

Las áreas restringidas están pensadas para resguardar los secretos industriales. El gobierno de EE.UU. exige acuerdos que protejan la tecnología en juego con todas las naciones con las que se asocia para realizar lanzamientos puntuales. En el año 2009 firmaron un acuerdo con India para poder realizar lanzamientos desde su territorio. En el año 2016 se firmó un acuerdo entre Nueva Zelanda y EE.UU. que actualmente permite el lanzamiento de los cohetes Electron de la empresa Rocket Lab desde la península de Mahia.

Otro de los puntos que se suavizan en esta nueva versión del AST tiene que ver con el destino que se le puede dar a los ingresos por los servicios del CLA. El texto del año 2000 decía explícitamente que los ingresos no podrían ser utilizados para el desarrollo, producción o pruebas de cohetes, lo que impediría el desarrollo del programa de lanzadores brasileño.

Según los funcionarios del gobierno de Brasil, el nuevo acuerdo permite que los ingresos puedan ser utilizados para el desarrollo del programa espacial brasileño, con algunas limitaciones relacionadas con compromisos ya asumidos por Brasil en materia de control de tecnología de misiles.

Fuentes: Itamaraty

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