El 30 de mayo de 1975 se firmó el convenio que dio origen a la Agencia Espacial Europea. Creada sobre las experiencias de las organizaciones ESRO y ELDO, la agencia ha tenido un inmenso impacto en la industria y la economía del continente.
Después de celebrar el 50 aniversario de la cooperación espacial europea en 2014, este año se cumple 45 años desde la firma de la Convención para la creación de una única Agencia Espacial Europea el 30 de mayo de 1975.
La idea de construir una capacidad espacial independiente en Europa se remonta a principios de la década de 1960 cuando seis países europeos (Bélgica, Francia, Alemania, Italia, los Países Bajos y el Reino Unido) formaron la Organización Europea de Desarrollo de Lanzadores (ELDO) para desarrollar un lanzador pesado, más tarde llamado ‘Europa’.
Esos mismos países, además de Dinamarca, España, Suecia y Suiza, establecieron la Organización Europea de Investigación Espacial (ESRO) poco después, para emprender principalmente programas satelitales científicos. Firmados en 1962, sus Convenios entraron en vigor en 1964.
En 1975, se redactó una convención a nivel diplomático y ministerial para establecer una «agencia espacial europea», y ampliar el alcance del mandato de la agencia para incluir sistemas operativos de aplicaciones espaciales, como los satélites de telecomunicaciones.
Las operaciones de ESRO y ELDO finalizaron, las actividades de la primera continuaron bajo el nombre de ESA y se tomaron como el núcleo de la nueva organización, mientras que la segunda, que ya había terminado sus programas, se disolvió.
El 15 de abril de 1975, en la última Conferencia Espacial Europea en Bruselas, los ministros europeos adoptaron la versión final del Convenio de la ESA. Este documento se abrió a la firma hasta el 31 de diciembre de 1975.
Fue firmado por los representantes de ESRO y ELDO en la Conferencia Espacial Europea en París el 30 de mayo de 1975, e Irlanda lo firmó en diciembre del mismo año. El Convenio de la ESA entró en vigor el 30 de octubre de 1980, con el depósito del último instrumento de ratificación por parte de Francia.
Desde entonces, los miembros originales se han unido a Austria y Noruega (1986), Finlandia (1995), Portugal (2000), Grecia y Luxemburgo (2005), la República Checa (2008), Rumania (2011) y Polonia (2012). Los últimos en unirse son Estonia y Hungría, que firmaron acuerdos de adhesión en febrero de 2015, para convertirse en los Estados miembros 21 y 22 de la ESA, respectivamente.
Otros siete estados de la UE son Estados cooperantes europeos o tienen acuerdos de cooperación con la ESA: Bulgaria, Croacia, Chipre, Letonia, Lituania, Malta y Eslovaquia. Eslovenia es ahora un miembro asociado. Canadá también participa en algunos programas en virtud de acuerdos de cooperación de larga data, el primero de los cuales se firmó en 1979.
Europa ha logrado muchos éxitos en todas las áreas de actividades espaciales desde la creación de la ESA como resultado de los esfuerzos de la industria espacial, los laboratorios y los centros de investigación.
En los últimos 45 años, Europa marcó una serie de primicias en la exploración de nuestro Universo: desde el encuentro con el cometa Halley en 1986 (Giotto), una sonda a la luna Titán de Saturno en 2005 (Huygens) y el aterrizaje en un cometa en 2014 (Rosetta / Philae), al estudio de nuestro Sol con detalles sin precedentes (SOHO) y la producción del mapa más detallado jamás creado del Fondo Cósmico de Microondas: la radiación del Big Bang (Planck), por nombrar algunos.
La ESA también ha desarrollado una gama de lanzadores (Ariane y Vega), utilizando un sitio de lanzamiento europeo en la Guayana Francesa (Puerto Espacial Europeo, CSG). Tener acceso al Espacio es el primer elemento habilitador en la utilización del Espacio y los muchos beneficios que esto trae.
La ESA ha desarrollado uno de los satélites de observación de la Tierra más complejos (Envisat), gestiona el componente espacial de Copérnico, el programa operativo de observación de la Tierra más ambicioso hasta la fecha, y ha realizado muchos más avances e innovaciones en tecnología, navegación (Galileo) y satélites comunicaciones.
Los astronautas europeos han participado en misiones de vuelos espaciales humanos durante más de tres décadas, y la ESA es un socio de pleno derecho en el desarrollo y operación de la Estación Espacial Internacional (que ha proporcionado el módulo de laboratorio Columbus y cinco vehículos de suministro de ATV, entre otros elementos). En la actualidad, la ESA está desarrollando el Módulo de Servicio Europeo para la nave espacial Orion de la NASA, y se asegura de que Europa juegue un papel clave en la futura exploración internacional del Espacio, incluidas las misiones a la Luna y más allá.
Con el tiempo, los intereses de las partes interesadas y las expectativas de la sociedad cambian. Los entornos geopolíticos y relacionados con el Espacio se entrelazan cada vez más. En la década de 1970, ESRO y ELDO se transformaron en la ESA en respuesta a las diferentes necesidades de la arena espacial de esos días. La ESA ha llevado adelante esa disposición y capacidad de responder al cambio aplicando su marco «normativo» a nuevas situaciones y de nuevas maneras.
La ESA considera que este marco no ha perdido su capacidad de adaptación, lo que la coloca en la mejor posición para servir a la comunidad espacial: mejorar los beneficios que brindan los sistemas espaciales a más Estados miembros y sus ciudadanos. La Convención de la ESA fue lo suficientemente visionaria como para permitir tal evolución.
Fuentes: ESA