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Antártida: Grieta en una barrera de hielo vista desde el Espacio

Imagen Terra MISR de la Barrera de Hielo Larsen C

El instrumento MISR a bordo de la misión satelital Terra de la NASA captó una imagen sobre la Barrera de Hielo Larsen C en la Antártida, donde se puede observar una nueva grieta que amenaza con provocar un nuevo desprendimiento del continente antártico.

A través de su portal Earth Observatory, la NASA publicó una interesante imagen obtenida por el satélite Terra, mediante el instrumento MISR (siglas para Multi-angle Imaging SpectroRadiometer). Según informa la agencia, la captación resulta posible dado el retorno de la luz solar a la Península Antártica en esta época del año (final del invierno en el hemisferio sur), momento en el cual la superficie se torna visible para la observación satelital en color real.

La Barrera de Hielo Larsen C es la cuarta más extensa del continente. La imagen captada por Terra el 22 de agosto de 2016, muestra el avance considerable de una grieta a lo largo de la superficie. De acuerdo con la información provista por la NASA, el escenario resulta similar al detectado previo a la ruptura de la Barrera de Hielo Larsen B ocurrida en 2002, cuando se desprendió un bloque de hielo de grandes dimensiones de la Península Antártica.

El instrumento MISR que captó la imagen de 22 de agosto, posee nueve cámaras que pueden utilizarse en varias combinaciones, para obtener diferentes perspectivas de una superficie. La primera escena fue adquirida con la cámara de MISR que mira directo hacia abajo (Nadir). Se trata de una imagen en color real, que tiene un tinte rojizo debido al ángulo de la luz, en tanto el Sol no alcanza demasiada altura respecto del horizonte en agosto. A la izquierda de la imagen se observa la barrera de hielo, mientras que a la derecha lo que se visualiza es una delgada capa de hielo marino.

Imagen compuesta por varias captaciones de MISR

La segunda imagen muestra la misma zona a partir de una composición de captaciones obtenidas por las cámaras que apuntan hacia atrás, en vertical y hacia adelante. Combinando estos tres ángulos diferentes en una imagen, se puede discernir la rugosidad de la superficie. Las áreas más ásperas aparecen rosas mientras que las más suaves se presentan púrpuras. Las barreras de hielo suelen ser más suaves que el hielo marino, con la excepción de la grieta, un indicador de que está creciendo activamente. Según se informó desde el Proyecto MIDAS (un grupo de investigación en el Reino Unido que ha estado siguiendo la grieta), la fractura creció 22 kilómetros en los últimos seis meses. Actualmente se extiende en 130 kilómetros.

Ambas imágenes muestran otras fisuras que terminan a la misma distancia al sur de la grieta en crecimiento. Los especialistas señalan el fenómeno con sorpresa, dado que todas ellas parecen abrirse y cerrarse en el mismo punto. Sobre este aspecto hay varias hipótesis. Las fracturas podrían llegar a detenerse cuando alcanzan una zona de sutura, un área donde avanzan a distintas velocidades partes de hielo que alimentan la barrera, creando un corte en el que fluyen juntas. El hielo en esta área ya estaría fracturado, por lo cual detendría la propagación de grandes grietas transversales.

Las fracturas también podrían haber alcanzado una zona donde el hielo marino se ha formado al fondo de la barrera de hielo. El hielo marino es relativamente cálido y menos rígido, por lo cual puede soportar mayores niveles de tensión sin quebrarse.

Los especialistas observan que la grieta observada esta vez se extiende en forma activa, superando todos estos obstáculos y propagándose hacia el norte. Según explican, es probable que un derretimiento mayor del fondo de la barrera de hielo esté ocurriendo, removiendo el hielo marino y permitiendo que las fracturas se llenen con agua del océano. Cuando eso sucede, las grietas pre-existentes del fondo se propagan hacia arriba a través de la barrera de hielo.

La fractura y el desprendimiento de hielos desde el frente de estas barreras es un proceso normal. Las barreras se alimentan del  hielo proveniente de glaciares y corrientes desde el interior del continente. Avanzan hacia el océano hasta que un evento de desprendimiento tiene lugar. El frente de la barrera retrocede y avanza nuevamente. El ciclo completo puede ocurrir en un lapso de décadas.

En el caso de la Barrera de Hielo Larsen B, el gran desprendimiento ocurrió con una frecuencia que no permitió a la barrera volver a avanzar. Como resultado, el frente continuó retrocediendo hasta el impactante evento de 2002, que duró apenas seis semanas.

Fuente: NASA Earth Observatory

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