El tercer satélite del programa europeo Copernicus para la vigilancia mundial del medio ambiente ya está completado y probado para su envío al espacio a finales de año.
El Sentinel 3A, tercer satélite del programa europeo Copernicus −iniciativa centrada en la vigilancia global del medio ambiente y la seguridad−, fue presentado por vez primera ayer jueves en Cannes, donde se encuentra la sede francesa de Thales Alenia Espace, contratista principal del citado ingenio.
De tan sólo 1,15 toneladas y poco más grande que una furgoneta, va a tomar el relevo del mastodóntico ENVISAT, de 8,2 toneladas, la mayor plataforma espacial científica construida en Europa y del tamaño de un autobús de dos pisos, que fue colocado en el espacio en 2002 y ya está fuera de servicio. Ya efectuada con éxito la campaña de pruebas y ensayos, el Sentinel 3A partirá en unas semanas hacia el cosmódromo ruso de Plesestk, desde donde en diciembre del presente año volará al espacio a bordo de un cohete Rockot también ruso.
Para el director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, el profesor Volker Liebig, se trata de una concepción “que deja atrás los grandes, pesados y costosos satélites como el ENVISAT a favor de plataformas más pequeñas, ligeras y baratas… pero con mayores prestaciones”.
Por su parte, Bruno Berruti, director del proyecto en la ESA, puso el énfasis durante el acto de presentación de Sentinel 3A en Cannes en las prestaciones del satélite, a pesar de su pequeño tamaño, como “equipos ópticos y de microondas desarrollados por la industria europea, que sirven para una amplia gama de aplicaciones prácticas”.
MEDICIONES A ESCALA MUNDIAL
Emplazado a una altura de 814,5 kilómetros, los cuatro instrumentos que embarca medirán y detectarán, por ejemplo, la climatología marítima y el crecimiento del nivel de mares y océanos que ponen en peligro a las poblaciones ribereñas en los cinco continentes. También, informarán sobre el grado de calidad y contaminación de los mares y revelarán la productividad biológica marina, algo que los sensibles sensores del Sentinel 3A apreciarán desde el espacio, especialmente las más mínimas variaciones en el color de las aguas.
El compañero del italiano Berruti, el francés Yvon Baillon, máximo responsable del satélite en Thales Alenia Space, confirma que el Sentinel 3A “ha supuesto ocho años de duro trabajo y ha contado con la participación de más de un centenar de empresas europeas, entre las que se cuentan más de una veintena de compañías españolas”.
Dos son las entidades que han aportado una mayor carga de trabajo al nuevo satélite europeo Sentinel 3A. Airbus Defense & Space España ha concebido, desarrollado y fabricado la estructura del satélite y el subsistema de control térmico. Pero su gran contribución ha sido hacer realidad uno de los instrumentos clave del Sentinel 3A: el avanzado radiómetro de microondas de nueva generación o MWR.
Se trata del avanzado instrumento con un alto grado de precisión, que aportará datos para vigilar el impacto del cambio climático a escala global. La información de alta calidad que aportará MWR va a permitir determinar el espesor, calidad y grado de deshielo de las capas de los polos y el aumento del nivel de los mares, lo que permitirá a la comunidad científica mundial adquirir una mejor y mayor comprensión de las interrelaciones que existen entre la atmosfera y los mares y océanos. El instrumento MWR ha sido desarrollado por Airbus CASA Espacio en su factoría de Barajas (Madrid) y su sofisticado equipo de procesado electrónico por Airbus CRISA, en la localidad madrileña de Tres Cantos.
Thales Alenia Space España, también con sede en Tres Cantos, ha desarrollado la totalidad del sistema de comunicaciones de imágenes en banda X, además de las comunicaciones de telemedida y telecomando o TTC, por un importe total superior a los 27 millones de euros.
La constelación europea Copernicus es una iniciativa conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Unión Europea, con la participación de Eumetsat, la agencia meteorológica europea.
Fuente: fly-news.es