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Soyuz T-13: A 35 años de del rescate de la Salyut 7

Una increíble misión de rescate hace 35 años impidió la pérdida de la estación espacial soviética Salyut 7 cuyas comunicaciones y telemetría se habían cortado por una falla en el sensor de orientación.

El 6 de junio de 1985 despegó del cosmódromo de Baikonur la misión Soyuz T-13, que sería la octava expedición a la estación espacial soviética Salyut 7. Sin embargo, el objetivo de este vuelo no era como cualquier otra expedición, dedicada a la investigación científica y mantenimiento de la estación orbital, sino que la tarea de la Soyuz T-13, tripulada por los cosmonautas Vladimir Dzhanibekov y Victor Savinykh, fue realizar una misión de rescate para acoplarse y recuperar el control de la Salyut 7 cuyas comunicaciones y telemetría se habían cortado unos meses antes.

Tripulación del rescate

El programa soviético Salyut fue el primero en desarrollar estaciones espaciales para misiones de larga duración tanto civiles como militares.  La Salyut 1, lanzada el 19 de abril de 1971, fue la primera estación espacial en órbita. A lo largo de más de una década, las Salyut realizaron distintas misiones recibiendo a más de treinta tripulaciones a lo largo del programa en las distintas estaciones.

Lanzada en abril de 1982, la Salyut 7 fue la última estación del programa y funcionó hasta 1986 cuando se inauguró la estación Mir. A lo largo de su vida útil tuvo siete tripulaciones y cuatro misiones de corta duración, y fue protagonista de varios hitos, entre los cuales se destaca la primera caminata espacial realizada por una mujer, la cosmonauta Svetlana Savitskaya (la segunda mujer en el espacio). Durante los períodos en los que la estación no estaba tripulada, sus sistemas de abordo mantenían operativa la estación y en contacto con el centro de control. 

Sin embargo, en febrero de 1985 se perdieron las comunicaciones con la estación. Los sistemas de la Salyut 7 se apagaron y según se podía registrar a partir de observaciones por radar desde tierra, la estación quedó a la deriva. Por este motivo se decidió armar una misión de rescate que intentaría acoplarse con la estación y restaurar sus operaciones. Esta era una tarea bastante compleja ya que la operación de acople con las Salyut era realizada con un sistema automático, y si bien se había realizado de manera manual en algunas oportunidades, nunca antes se había intentado acoplar con una nave con la cual no se tuvieran comunicaciones. Para complicar aún más las cosas, la estación se encontraba girando sobre su eje longitudinal. Al comando de la misión se eligió a Vladimir Dzhanibekov, uno de solo tres cosmonautas con experiencia en acoples manuales con la Salyut. Para completar la tripulación se sumó al ingeniero de vuelo Victor Savinykh, con amplia experiencia y conocimiento de las Salyut. 

Una vez en órbita, la Soyuz T-13 navegó hasta la estación valiéndose de datos de telemetría enviados desde Tierra. Cuando se encontraban a unos 5km de distancia los cosmonautas tuvieron que utilizar medidores láser para el acercamiento final. Dzhanibekov tuvo que igualar la rotación de la estación y finalmente logró un acople exitoso. Sin embargo, hasta ese momento nadie sabía con qué se encontrarían los cosmonautas al ingresar a la estación.

Tras igualar la presión entre la Soyuz y la Salyut, los cosmonautas ingresaron y se encontraron con una estación a oscuras y con todos sus sistemas apagados. La temperatura en el interior era de apenas unos pocos grados sobre cero y las paredes e instrumentos estaban cubiertos por escarcha. Trabajando alternadamente para no generar un exceso de dióxido de carbono que aún no podía ser filtrado por la estación, y vestidos con abrigos y gorros para soportar las bajas temperaturas, poco a poco Dzhanibekov y Savinykh comenzaron a revisar la nave para intentar encontrar el origen del problema. Finalmente descubrieron que por una falla en el sensor de orientación la estación había dejado de alinearse correctamente para que sus paneles solares pudieran cargar sus baterías, a la vez que un problema con un sensor de carga impidió que el problema fuese transmitido a Tierra, dejando a la estación sin energía tras acabar la reserva de sus baterías. 

Cosmonautas Vladimir Dzhanibekov y Victor Savinykh en la Saylut 7

Los cosmonautas utilizaron la Soyuz para orientar correctamente la nave y sus paneles solares y restaurar la energía a la estación, y poco a poco lograron ir recuperando los distintos sistemas. Al cabo de 10 días la Salyut 7 se encontraba nuevamente operativa, pudiendo incluso recibir naves de reabastecimiento en su segundo puerto de acople, lo que permitió que la estación siguiera funcionando hasta junio de 1986 cuando la tripulación de la Soyuz T-15 la visitó por última vez, para retirar una serie de instrumentos y experimentos y trasladarlos a la estación Mir, inaugurada unos meses antes por la misma tripulación.

Tras esta misión, la Salyut 7 fue elevada a una órbita de 475km para evitar un reingreso atmosférico con la idea de una posterior recuperación a bordo del transbordador Burán. Sin embargo, en 1991 la estación espacial finalmente reingresó a la atmósfera sobre Sudamérica, donde algunas de sus piezas que no se quemaron cayeron dispersas en distintos puntos de la Argentina, algunas de las cuales se encuentran en exhibición en el museo de la Asociación Entrerriana de Astronomía.

Saylut 7 en el territorio argentino

Por Franco Meconi (Twitter, Instagram)

Fuentes: Ars Technica, The Space Review, Sputnik News

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