Observación

Sentinel 3A ya está en el espacio

Imagen del lanzamiento del satélite Sentinel-3A

El tercer satélite desarrollado por la ESA para el nuevo programa europeo de monitorización medioambiental ya está en órbita, equipado con cuatro instrumentos de observación de la Tierra que dotarán al programa Copérnico de ‘visión panorámica’.

La Agencia Espacial Europea (ESA) informó que el Sentinel-3A, de 1.150 kilogramos de masa, fue lanzado exitosamente el 16 de febrero de 2016 desde el Cosmódromo de Plesekst en Rusia, a bordo de un cohete Rockot.

La etapa superior del Rockot se encendió por primera vez cinco minutos después del despegue, y en una segunda ocasión unos 70 minutos más tarde, antes de liberar a Sentinel-3A en la órbita prevista, a 815 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. La separación del satélite se produjo en el minuto 79 del vuelo.

La primera señal de Sentinel-3A se recibió a través de la estación de Kiruna, Suecia, 92 minutos después del despegue. A continuación, los controladores del centro de operaciones ESOC de la ESA en Darmstadt, Alemania, activaron el control de actitud y establecieron los enlaces de telemetría que les permitirán evaluar el estado del satélite tras el lanzamiento.

Cuando termine la crítica fase de lanzamiento y operaciones iniciales, de una duración aproximada de tres días, los controladores empezarán a probar cada uno de los elementos del satélite y a calibrar sus instrumentos. Sentinel-3A estará listo para entrar en servicio en unos cinco meses.

Según explica la ESA, Sentinel-3A se dedicará, principalmente, a la monitorización de los océanos, prestando atención a la altura de su superficie, el color y su temperatura. Estos tres parámetros son importantes en el estudio del cambio climático, que es uno de los aspectos principales cubiertos por el Programa Copérnicus. El satélite también prestará atención a los usos del terreno y a su temperatura, detectando incendios forestales y vigilando tanto la energía liberada por ellos a la atmósfera, como los daños causados en la vegetación.

En su faceta de estudio de los océanos, la misión dará continuidad a la serie histórica de datos sobre el nivel del mar y su temperatura iniciada hace más de veinte años, lo que resulta fundamental para ampliar los datos sobre el cambio climático.

Este satélite forma parte de la tercera de las seis misiones que compondrán el núcleo del programa europeo de monitorización medioambiental, Copérnicus, que se basa en los datos recogidos por los satélites Sentinel y en las contribuciones de otras misiones para ayudarnos a gestionar mejor nuestro entorno y a salvaguardar nuestras vidas cotidianas. Sentinel-3A transporta un conjunto de instrumentos de última tecnología diseñados con este fin.

El otro satélite que compone esta misión, Sentinel-3B, se lanzará el año que viene. Los datos de las misiones Sentinel se distribuyen de forma gratuita a usuarios de todo el mundo.

Fuente: ESA

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