Espacio Exterior

Nuevos descubrimientos en las lunas de Júpiter y Saturno

La NASA anunció de detección de elementos claves para la vida en Encelado y Europa a partir de observaciones realizadas por la misión Cassini y el telescopio espacial Hubble

Dos misiones veteranas de la NASA están proporcionando nuevos detalles acerca de las lunas heladas de Júpiter y Saturno que albergan un océano, lo que aumenta aún más el interés científico de estos y otros «mundos de océanos» en nuestro sistema solar y más allá. Los resultados se presentan en artículos publicados el jueves por los investigadores de la misión Cassini de Saturno y del Telescopio Espacial Hubble de la NASA.

Conferencia de prensa de NASA (inglés)

 

En los artículos, los científicos de Cassini anuncian que una forma de energía química necesaria para vida tal como la conocemos parece existir en Encelado una de las lunas de Saturno, y los investigadores informan de que el Hubble podría tener evidencias adicionales de penachos en erupción en Europa, una de las lunas de Júpiter.

«Esto es lo más cercano que hemos llegado, hasta el momento, a la identificación de un lugar con algunos de los ingredientes necesarios para un ambiente habitable», dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en la sede de Washington. «Estos resultados demuestran la naturaleza interconectada de las misiones científicas de la NASA que nos están acercando a responder acerca de si estamos solos o no.»

El artículo de los investigadores de la misión Cassini, publicado en la revista Science, indica que gas hidrógeno, que potencialmente podría proporcionar una fuente de energía química para la vida, se vierte en el subsuelo marino de Encelado mediante actividad hidrotermal en el fondo marino.

La presencia de un enorme océano de hidrógeno en la luna Encelado significa que los microbios – si existen allí – podrían utilizarlo para la obtención de energía mediante la combinación del hidrógeno con dióxido de carbono disuelto en el agua. Esta reacción química, conocida como «metanogénesis», ya que produce metano como subproducto, está en la raíz del árbol de la vida en la Tierra, e incluso podría haber sido fundamental para el origen de la vida en nuestro planeta.

La vida tal y como la conocemos depende de tres factores principales: el agua líquida; una fuente de energía para el metabolismo; y los ingredientes químicos adecuados, principalmente carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. Con este hallazgo, Cassini ha demostrado que Encelado – una pequeña luna helada de mil millones de millas más lejos del Sol que la Tierra – tiene casi todos estos ingredientes para la habitabilidad. Cassini aún no ha detectado la presencia de fósforo y azufre en el océano, pero los científicos sospechan que están, ya que el núcleo rocoso de Encelado se cree que es químicamente similar a meteoritos que contienen los dos elementos.

«La confirmación de que existe la energía química para la vida en el océano de una pequeña luna de Saturno es un hito importante en nuestra búsqueda de mundos habitables más allá de la Tierra», dijo Linda Spilker, científica del proyecto Cassini en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL) en Pasadena, California.

La nave espacial Cassini detectó el hidrógeno en el penacho de gas y material helado rociando Encelado durante su última, y más profunda inmersión a través del penacho el 28 de Octubre de 2015. Cassini también tomó muestras de la composición de la pluma durante los sobrevuelos anteriores en la misión. A partir de estas observaciones los científicos han determinado que casi el 98 por ciento del gas en el penacho es agua, alrededor del 1 por ciento es hidrógeno y el resto es una mezcla de otras moléculas, incluyendo dióxido de carbono, metano y amoníaco.

La medición se realizó usando el instrumento de Cassini INMS, que olfatea los gases para determinar su composición. INMS fue diseñado para tomar muestras de la atmósfera superior de la luna de Saturno, Titán. Después del sorprendente descubrimiento de Cassini de un penacho de hielo helado elevándose en forma de spray en 2005, emanando de grietas calientes cerca del polo sur, los científicos volvieron sus detectores hacia la pequeña luna.

Cassini no fue diseñada para detectar signos de vida en el penacho de Encelado, de hecho, los científicos no sabían de la existencia del penacho hasta después de que la nave llegase a Saturno.

«Aunque no podemos detectar vida, hemos encontrado que hay una fuente de alimento allí para ella. Sería como una tienda de dulces para los microbios», dijo Hunter Waite, autor principal del estudio de Cassini.

Los nuevos resultados son una línea independiente de la evidencia de que la actividad hidrotérmica se lleva a cabo en el océano de Encelado. Los resultados previos, publicado en marzo de 2015, sugirieron que agua caliente está interactuando con la roca debajo del mar; los nuevos hallazgos apoyan esta conclusión y añaden que la roca parece estar reaccionando químicamente para producir el hidrógeno.

Fuente: NASA

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