Observación

Información satelital y Ciencia para la prevención de Incendios

Héctor del Valle, investigador del Centro Nacional Patagónico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CENPAT – CONICET), trabaja en la evaluación y monitoreo satelital de las emergencias ambientales como los incendios.

Mediante un comunicado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) se muestra el trabajo que lleva adelante el investigador Héctor del Valle desde el organismo para la prevención y monitoreo de los incendios mediante el uso de información provista por satélite de observación de la Tierra.

Ciencia para prevenir incendios

El fuego se propaga rápidamente, a veces a una velocidad inusitada ¿Se puede llegar antes de que la llama se inicie? El investigador principal del CONICET del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC) del Centro Nacional Patagónico, Héctor del Valle, trabaja en la evaluación y monitoreo satelital de las emergencias ambientales como los incendios.

“Contar con cartografía digital sistemática del área quemada, permite conocer los patrones espaciales de ocurrencia del fuego y además realizar una evaluación del impacto ambiental, así como la introducción de medidas apropiadas para prevenir la erosión del suelo y ayudar a la regeneración de la vegetación”, asegura Del Valle.

El equipo del trabajo que lidera Del Valle, cuenta desde el año 1981 con una valiosa base de datos digital de áreas quemadas. “Conocer las áreas propensas a la recurrencia de incendios, nos permiten visualizar las zonas donde el problema existe, y establecer las medidas de prevención y control en estas áreas y sus adyacencias”, asegura.

Si bien las causas que originan un incendio se agrupan en tres categorías principales: intencionales, negligencia y naturales, determinadas condiciones regionales, vuelven a algunas zonas de la Patagonia, propensas al fuego.

“En las últimas décadas, en los alrededores de varias ciudades del noreste de la Patagonia, algunos establecimientos ganaderos han abandonado su actividad productiva por distintas razones, lo que ha producido un aumento relativo en la biomasa de pastos y arbustos, que al secarse durante el verano constituye un combustible altamente inflamable. Las altas temperaturas unidas a las bajas humedades relativas y vientos moderados a fuertes, tienden a aumentar el riesgo de incendio, ya sea motivado por causas naturales (fundamentalmente rayos) o provocados por el hombre. Es así que desde entonces ha aumentado notoriamente la frecuencia en la ocurrencia de incendios en estos pastizales”, describe Del Valle.

En la actualidad, dada la cobertura de datos satelitales ópticos y radares permiten un monitoreo terrestre en tiempo real en las tres etapas de un siniestro (antes, durante y después).

“De cada uno de ellos sabemos qué temperatura había el día que ocurrieron, como eran las condiciones de viento, las características de la vegetación predominante antes del incendio o la humedad del combustible. Al recolectar todos estos datos podemos generar hipótesis que puedan convertirse en potenciales alertas tempranas”, afirma el investigador.

Para el científico la información es una herramienta fundamental para combatir incendios. “Se debe planificar y trabajar más en la prevención. Nosotros generamos información básica (investigación) que se transfiere a organismos que realizan la extensión. Nuestro objetivo es poder estar delante de los problemas y no detrás” asegura.

Fuente

CONICET

X