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GOES-3 fue dado de baja tras 38 años de operaciones

GOES-3

Fin de las operaciones de uno de los satélites más longevos del histórico programa geoestacionario de la NOAA de los Estados Unidos.

El satélite GOES-3 fue lanzado el 16 de junio de 1978, cuando se convirtió en el tercer satélite geoestacionario operacional del medio ambiente de la NOAA (Geostationary Operational Environmental Satellite, GOES) puesto en órbita. En 2016, después de 38 años y una segunda vida como un satélite de comunicaciones, GOES-3, uno de los más antiguos satélites que operaba en órbita, hizo historia nuevamente cuando llegó al final de su vida útil y completó el proceso de baja en sus servicios el 29 de junio.

La animación de imágenes GOES-3 muestra la erupción del Monte Santa Helena. La explosión fue responsable de 57 muertes. El volcán envió ceniza volcánica en todo el Noroeste de los Estados Unidos.

La animación de imágenes GOES-3 muestra la erupción del Monte Santa Helena. La explosión fue responsable de 57 muertes. El volcán envió ceniza volcánica en todo el Noroeste de los Estados Unidos.

Lanzado al espacio a bordo de un cohete Delta LV142, el satélite utilizó un radiómetro con canales visible e infrarrojo denominado VISSR (Visible Infrared Spin Scan Radiometer) para tomar imágenes, diurnas y nocturnas, de la temperatura de las nubes y la superficie, la altura de las nubes y los campos de viento. Aunque GOES-3, estabilizado por rotación, solamente observaba la Tierra el 10% del tiempo y proveía información sólo en dos dimensiones, fue una de las primeras fuentes de información en tiempo real para la elaboración de pronósticos desde una posición fija.

Sirviendo en la Posición Orbital Geoestacionaria (POG) 135° Oeste  hasta finales de los años 80, GOES-3 monitoreó y midió los sistemas climáticos de la Tierra durante una década. Las imágenes más famosas del satélite fueron captadas el 18 de mayo de 1980, cuando el volcán Saint Helens entró en erupción, arrojando ceniza sobre el estado de Washington. NOAA se basó en los datos y las imágenes del GOES-3 para realizar un seguimiento de la dispersión de las plumas de cenizas procedentes de la erupción para advertir a los pilotos que volaban en el área del peligro.

En 1988, 10 años después de su lanzamiento, el GOES-3 perdió su capacidad operacional de captar imágenes. Su larga carrera como satélite meteorológico había llegado a su honorable fin, pero GOES-3 no se entregó tan dócilmente. De hecho, su ilustre carrera acababa de comenzar.

Aunque su cámara óptica ya no podía tomar observaciones meteorológicas útiles, GOES-3 todavía podía comunicarse con los sistemas de Tierra. La capacidad del satélite para enviar y recibir datos desde la órbita geoestacionaria atrajo la atención del Programa PEACESAT de experimentos en educación y comunicaciones satelitales del Pacífico (Pan-Pacific Education and Communications Experiments by Satellite Program).

Establecido en 1971 y administrado por la Universidad de Hawaii en Manoa, PEACESAT se dedica a brindar servicio de Internet fiable y acceso a las telecomunicaciones en las Islas del Pacífico para reducir la brecha digital. Reposicionando GOES-3 y mejorando los sistemas de comunicaciones en la región, PEACESAT fue capaz de proporcionar servicios de salud, programas educativos, gestión de desastres y ayuda, y muchos otros servicios públicos.

GOES-3 sirvió como un salvavidas de comunicaciones para el Pacífico, desde 1988 hasta principios de los ‘90. En 1995 el satélite nuevamente cambió de manos y pasó a proporcionar un nuevo enlace de comunicaciones críticas, esta vez, en el Polo Sur.

Las maniobras de posicionamiento del satélite se habían suspendido debido al bajo combustible restante, anulando la capacidad del satélite de mantener un plano orbital preciso. La inclinación resultante del GOES-3 en el plano orbital respecto al Ecuador de la Tierra tenía una deriva cada vez mayor. La órbita de alta inclinación alcanzada permitía a GOES-3 establecer una conexión directa en los casquetes polares y los Estados Unidos durante 6,5 horas diarias, algo poco común que llamó la atención de la Fundación Nacional de Ciencia de los Estados Unidos (National Science Foundation, NSF).

La NSF es la principal agencia gubernamental responsable de implementar investigación en el Ártico y opera el Programa Antártico de Estados Unidos. A través de una serie de acuerdos, NOAA transfirió permanentemente el satélite desde PEACESAT a la NSF para ser utilizado para las comunicaciones directas entre los EE.UU. continentales y la Estación del Polo Sur Amundsen-Scott.

En la remota ubicación de la Antártida, los satélites de telecomunicaciones proporcionan el único medio de comunicación con el mundo exterior. Operado por el Centro Richmond de Operaciones Satelitales de la Universidad de Miami (Richmond Satellite Operations Center, RSOC), GOES-3 brindó a la estación servicios de telemedicina, transferencia de datos científicos de alta velocidad y, en tiempo real, comunicaciones de voz y datos punto a punto.

Después de una larga carrera atravesando cinco décadas, GOES-3 comenzó a bajar el telón el 15 de junio de 2016. Tras 14 días y 20 maniobras orbitales de ajuste, el satélite fue colocado cuidadosamente en una órbita «cementerio». La fase final del proceso terminó el 29 de junio de 2016, dejando al satélite en los libros de historia como uno de los satélites con mayor vida útil; de 38 años y 13 días.

Fuente

NOAA

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