Acceso al Espacio Observación

España rompe el contrato con Rusia para lanzar su primer satélite de observación terrestre

Misión Paz

La misión española Paz aguarda su lanzamiento desde hace un año y medio. Por la guerra de Ucrania, Putin vetó la utilización del lanzador de la empresa Cosmotrans, impidiendo enviar el satélite español al espacio.

Según informó el diario El País de España, el lanzamiento del primer satélite español de observación de la Tierra se encuentra retrasado un año y medio por el veto de Putin al vehículo lanzador, de origen ucraniano, en el contexto del conflicto entre ambos países.

La empresa española Hisdesat -controlada por la operadora de satélites Hispasat y el Ministerio de Defensa— ha decidido denunciar su contrato con la rusa Cosmotrans para lanzar Paz, el primer satélite español de observación terrestre. De acuerdo con la noticia publicada por El País, Hisdesat negociará una solución amistosa para recuperar los alrededor de 15 millones abonados, pero busca ya una alternativa, que podría ser también rusa o más probablemente estadounidense, aunque a un precio muy superior.

La misión Paz constituye un proyecto que ronda los 160 millones de Euros. Fue fabricado por la compañía Airbus Defence & Space, y desde septiembre de 2013 se encuentra listo para ser lanzado a 514 kilómetros de la Tierra, dando 15 órbitas diarias alrededor del planeta. Con su radar de apertura sintética (SAR) en banda X, el Paz puede peinar un área de 300.000 kilómetros cuadrados y tomar 100 imágenes diarias, tanto nocturnas como diurnas, sin importar las condiciones meteorológicas.

Hisdesat firmó un contrato con la compañía rusa-ucraniana Cosmontrans para lanzar el Paz con un cohete Dniéper desde el cosmódromo de Yasni, en el sur de Rusia, cerca de Kazajistán. Pero la anexión de Crimea, en marzo de 2014, y el alzamiento en armas de las regiones separatistas del Este de Ucrania llevó al enfrentamiento de Kiev y Moscú.

Aunque los socios rusos de Cosmotrans se quedaron con la compañía, el presidente Putin vetó la utilización del Dniéper como lanzador de satélites, con el argumento de que este cohete se basa en el misil soviético SS-18, desarrollado en Ucrania.

Tras un largo tira y afloja para intentar que Putin levantara el veto, Hisdesat ha llegado a la conclusión de que Moscú nunca emitirá el decreto necesario para realizar el lanzamiento, según las fuentes consultadas.

En estas condiciones, la compañía española —participada por la operadora de satélites Hispasat (43%), el Ministerio de Defensa a través de su firma Isdefe (30%) y las empresas Airbus, Indra y Sener— activará la cláusula del contrato que prevé su rescisión si causas de fuerza mayor impidieran su cumplimiento. El problema es que Hisdesat ya ha abonado unos 15 millones de los 18 que costaba el lanzamiento, según las fuentes consultadas, y no es fácil que Cosmotrans se avenga fácilmente a devolver el dinero. Si no se llegara a un acuerdo amistoso, el conflicto podría acabar en la cámara de arbitraje de París.

Lo más urgente, sin embargo, es encontrar un lanzador alternativo, pues el paso del tiempo —especialmente en un sector tan dinámico como el aeroespacial— puede hacer que la tecnología del Paz quede obsoleta incluso antes de su lanzamiento. Eso sin contar con los clientes a los que ya se podría estar vendiendo sus imágenes y que habrán acudido a la competencia.

Fuente: El País

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