Regulaciones y Políticas

ESA adjudica tres misiones para Copernicus

La agencia europea firmó con con Thales Alenia Space Francia e Italia y Airbus España, los contratos para construir tres de las nuevas misiones Copernicus de alta prioridad: CHIME, CIMR y LSTM.

La Agencia Espacial Europea (ESA) firmó con Thales Alenia Space Francia e Italia, así como con Airbus España, los contratos para construir tres de las nuevas misiones Copernicus de alta prioridad: CHIME, CIMR y LSTM. Cada una de ellas afrontará un grave problema medioambiental, como son la gestión sostenible de la agricultura, la seguridad alimentaria y la vigilancia del hielo polar en apoyo a la Política Integrada de la Unión Europea para el Ártico. Todas ellas, además, se usarán para entender mejor el cambio climático.

La ESA tiene previstas seis misiones de alta prioridad para la ampliación de la constelación para observación de la Tierra Sentinel del Progrograma Copernicus de la Unión Europea (UE), que extenderán las actuales capacidades de estos satélites y abordarán tanto políticas prioritarias de la UE como necesidades aún no cubiertas de los usuarios de Copernicus.

El desarrollo y las operaciones de estas misiones de ampliación estarán cofinanciadas por la Comisión Europea y la ESA, según disponibilidad presupuestaria. Estos nuevos contratos industriales representan el inicio de las fases de diseño de las misiones, cuya continuación deberá confirmarse en 2021.

La ESA firmó recientemente los contratos para desarrollar otras dos de las seis misiones: Vigilancia del Dióxido de Carbono (CO2M) y Altímetro Topográfico de Hielo y Nieve Polares de Copernicus (CRISTAL). Estos nuevos tres contratos, destacó la ESA, llegan en un momento en que la industria y las empresas están sufriendo los efectos de la pandemia por COVID-19.

El director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Josef Aschbacher, ha señalado: “Estamos encantados de firmar hoy estos contratos con la industria. No solo porque, una vez construidas, cada una de estas misiones responderá a un verdadero reto medioambiental y hará avanzar el programa insignia europeo Copernicus, sino también porque debemos mantener en buena forma el tejido industrial de nuestros socios durante la COVID-19, que ha causado daños incalculables en la economía y la estabilidad laboral”.

“A pesar de los problemas que supone la COVID-19, es fundamental que sigamos forjando nuevas tecnologías espaciales y desarrollando, construyendo y lanzando satélites que nos permitan generar nuevos conocimientos y servicios que, en última instancia, beneficien a toda la humanidad”.

Con un contrato de 455 millones de euros, Thales Alenia Space Francia liderará el desarrollo de la Misión de Imágenes Hiperespectrales de Copernicus CHIME (Copernicus Hyperspectral Imaging Mission). El contrato fue firmado en presencia de Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas del país galo. La misión transportará un exclusivo espectrómetro que operará del visible al infrarrojo de onda corta y proporcionará observaciones hiperespectrales rutinarias para dar apoyo a servicios nuevos y mejorados para la gestión sostenible de la agricultura y la biodiversidad, así como para caracterizar las propiedades del suelo, algo fundamental para el buen estado de la vegetación. La misión complementará a Sentinel-2 de Copernicus en aplicaciones como el cartografiado de la cobertura del suelo.

CHIME

La ESA también ha firmado con Thales Alenia Space Italia un contrato por 495 millones de euros para desarrollar la misión Radiómetro de Microondas para Imágenes de Copernicus, o CIMR (Copernicus Imaging Microwave Radiometer), en presencia del subsecretario del Consejo de Ministros de Italia, Riccardo Fraccaro. La misión, que embarca un novedoso radiómetro de microondas de frecuencia múltiple de barrido cónico, medirá la temperatura superficial, la concentración de hielo y la salinidad superficial de los mares. También observará un amplio abanico de parámetros relacionados con el hielo marino, como su grosor y su deriva. CIMR se va a desarrollar en respuesta a los requisitos prioritarios de las comunidades clave de usuarios del Ártico y dará apoyo a la Política Integrada de la UE para el Ártico.

CIMR

El contrato por 380 millones de euros para la misión Seguimiento de la Temperatura de la Superficie Terrestre, o LSTM (Land Surface Temperature Monitoring), ha sido firmado con Airbus España en presencia de Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación. Esta es la primera vez que España liderará el desarrollo de una misión Sentinel de Copernicus. LSTM llevará un sensor infrarrojo térmico de alta resolución espacio-temporal que ofrecerá observaciones de la temperatura superficial terrestre. El análisis de los datos satelitales permite cartografiar, monitorizar y hacer pronósticos sobre los recursos naturales terrestres, lo que a su vez ayuda a comprender qué cambios se están produciendo, dónde y cuándo. En particular, esta misión responderá a la necesidad de los agricultores europeos de aumentar la sostenibilidad de su producción a medida que el agua escasea cada vez más y el medioambiente se va alterando.

LSTM

Aunque los contratos firmados aseguran el desarrollo de estas tres nuevas misiones, su plena ejecución depende de nuevos acuerdos, incluido un acuerdo entre la ESA y la Comisión Europea y la decisión conjunta de la comisión, la ESA y los Estados miembros de pasar de la fase B2 a la fase C/D para los prototipos de las misiones y el aprovisionamiento de las unidades satelitales recurrentes. La toma de esta decisión está prevista para la segunda mitad de 2021.

El programa insignia europeo Copernicus suministra datos satelitales e in situ, así como un amplio abanico de servicios de vigilancia y protección del medioambiente, vigilancia del clima y evaluación de desastres naturales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos.

Copernicus, señaló ESA, es el mayor proveedor de datos de observación de la Tierra en el mundo y, mientras la UE dirige este programa de vigilancia medioambiental, la ESA desarrolla, construye y lanza los satélites. También opera algunas de las misiones y garantiza la disponibilidad de los datos de misiones de terceros.

Mauro Facchini, director de la Unidad de Observación de la Tierra de la Comisión Europea, ha señalado: “Copernicus, fruto de la cooperación entre la Comisión Europea y la ESA, está siendo todo un éxito no solo para Europa, sino también para el resto del mundo. Gracias al programa, servicios y usuarios disponen libremente de datos medioambientales y productos derivados para mejorar la vida diaria de todos los ciudadanos”.

“Estamos muy satisfechos de la firma de estos contratos, que constituyen un paso importante para la expansión de una familia de satélites que nos ofrece información crítica y para el avance del programa Copernicus en su conjunto”.

Fuente: ESA

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