Segunda misión del programa lunar de China que alunizó con éxito. El descenso se realizó en el cráter de Von Kármán. Chang’e-5, que traerá muestras del suelo lunar, está programada para 2019.
La misión Chang’4 del programa lunar de China descendió con éxito el jueves 3 de enero sobre la superficie de la cara oculta de la Luna. El alunizaje se realizó en el cráter de impacto Von Kármán que tiene un diámetro de 180 kilómetros y una profundidad de aproximadamente 10 kilómetros.
Chang’e-4 consiste en un lander de 1.200 kilogramos y un rover, que recorrerá la superficie de la Luna durante tres meses, de 140 kilogramos. El 7 de diciembre de 2018 la nave despegó desde China en un vehículo CZ-3B con un peso total de 3.780 kilogramos.
China lleva adelante un ambicioso programa de exploración lunar que tiene como objetivo final retornar a la Tierra muestras del suelo. En 2007 y 2010 se lanzaron los orbitadores lunares Chang’e-1 y Chang’e-2 respectivamente, misiones que, entre otros instrumentos, llevaron a bordo cámaras ópticas para mapear la superficie del satélite natural. En 2013, mediante un cohete CZ-3B, despegó Chang’e-3, misión muy similar a Chang’e-4, la cual descendió con éxito en la planicie de lava basáltica Sinus Iridium en diciembre del mismo año. En 2016 se publicaron algunas de las imágenes tomadas por chang’e-3.
El lander de la misión Chang’e-4 lleva a bordo cinco cargas útiles. Dos cámaras para observar el terreno (LCAM y TCAM), un espectrómetro de baja frecuencia (LFS) para estudio del viento solar, un dosímetro de neutrones (LND), desarrollado por la universidad de Kiel en Alemania y 3 kilogramos de semillas y huevos de insectos para estudio de su crecimiento e interacción en el ambiente lunar.
El rover lleva a bordo una cámara panorámica (PCAM), un instrumento de radar para realizar mediciones bajo la superficie, un espectrómetro en el rango visible e infrarrojo cercano para identificar materiales en la superficie y un analizador de átomos neutrales provisto por la agencia espacial sueca.
El rover de Chang’e-4, bautizado Yutu (conejo de jade), operará durante tres meses realizando distintas mediciones y experimentos. Su antecesor operó durante 31 meses, superando ampliamente las estimaciones.
El jefe de diseño del programa de exploración lunar de China, Wu Weiren, recordó que Chang’e-3 había aterrizado en Sinus Iridum, también llamada bahía del Arcoiris, en la parte visible del satélite, un área tan plana como la llanura del norte de China, mientras que el sitio de aterrizaje de la Chang’e-4 es tan escarpado como las altas montañas y colinas de la provincia suroccidental de Sichuan.
A diferencia de la curva parabólica de la trayectoria de descenso de Chang’e-3, Chang’e-4 realizó un aterrizaje casi vertical, explicó Wu.v»Esto fue un gran reto por el escaso tiempo, alta dificultad y riesgos», agregó el diseñador.
El proceso entero fue automático, sin intervención del control por parte de la Tierra, pero un satélite transmitió imágenes del proceso de aterrizaje, apuntó.
«Optamos por una estrategia de descenso vertical para evitar la influencia de las montañas sobre la trayectoria de vuelo», indicó Zhang He, director ejecutivo del proyecto de la nave Chang’e-4 de la Academia de Tecnología Espacial de China.
El lanzamiento de Chang’e-5, misión diseñada para traer a la Tierra muestras del suelo lunar, está programada para ser lanzada durante 2019.
Fuente: Agencia Xinhua