Observación Regulaciones y Políticas

Carponis-1, el satélite de alta resolución militar de Brasil

La Fuerza Aérea de Brasil impulsa la puesta en órbita de un satélite de alta resolución óptico para tareas de inteligencia y también derivaciones civiles. Controversia con INPE y AEB por las comparaciones del proyecto Carponis-1 con CBERS-4

La Fuerza Aérea de Brasil (FAB) anunció que el satélite de alta resolución Carponis-1 que impulsa está programado para ser lanzado al Espacio en el año 2022. Esta misión se enmarca en el Programa Estratégico de Sistemas Espaciales (PESE) que integra el Programa Espacial Brasileño para la defensa.

El proyecto no cuenta hasta el momento con especificaciones precisas, pero se infiere que la Fuerza Aérea busca disponer de capacidades submétricas en el visible y en el infrarrojo de onda corta.

A finales de octubre la Fuerza Aérea organizó una jornada de trabajo junto a militares de la Marina y el Ejército de Brasil para estudiar la viabilidad del proyecto. «El objetivo es reunir  las informaciones que queremos en términos de requisitos técnicos para definir mejor cómo va a ser el sistema espacial», señaló en la jornada el Gerente del Proyecto, Capitán de Fragata Márcio Costa.

En la jornada de octubre también se analizaron las posibilidades de implementar programas de transferencia tecnológica y la viabilidad en el componente nacional del proyecto a partir de propuestas presentadas por empresas de Brasil. También se analizó la factibilidad de integrar el satélite en facilidades en territorio brasileño.

El satélite militar Carponis-1, según la FAB, proveerá apoyo de inteligencia en las operaciones militares en territorio nacional e internacional, con la identificación y monitoreo constante de las áreas utilizadas para prácticas ilícitas, como las áreas de frontera y de alta criminalidad en los grandes centros urbano. Sin embargo, la FAB también impulsa vincular fuertemente esta misión a actividades gubernamentales civiles como el monitoreo de la producción agraria y la fiscalización agropecuaria y forestal.

En agosto de 2018, la Comisión de Coordinación e Implantación de Sistemas Espaciales (CCISE) de la FAB y la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), a través del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA), firmaron una carta de intención para avanzar en el uso de la información del Carponis-1. Según el Presidente de la CCISE, Brigadier Mayor Luiz Fernando de Aguiar, “la cooperación entre los órganos posibilitará la aplicación dual (civil y militar) de esos sistemas, garantizando la soberanía nacional, así como la generación de conocimiento en los más diversos campos de aplicación.”

Controversia con AEB e INPE

En la edición número 10 de octubre de 2018 de la revista NoTaer que edita la FAB se publicó una nota titulada “Carponis-1 despierta interés de órganos públicos federales – Primer satélite brasileño de sensoriamiento remoto está previsto para entrar en órbita en 2022”.

En la nota se desarrolla brevemente el estado de avance del proyecto y se lo compara con la misión óptica de observación de la Tierra CBERS-4 que operan actualmente la Agencia Espacial de Brasil (AEB) y el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Según la nota de NoTaer, el proyecto Carponis-1 “tiene capacidad para generar imágenes en color, con más calidad, nitidez y precisión, en comparación con las proporcionadas por el satélite chino-brasileño, el CBERS-4, cuyas imágenes son en blanco y negro con una resolución máxima de cinco metros”.

Sin lugar a dudas un proyecto satelital militar para inteligencia geoespacial difiere en su especificaciones respecto a un satélite para monitoreo ambiental como el CBERS-4 y el resto de las misiones del Programa de cooperación entre las agencias civiles de Brasil y China. En cualquier caso, la comparación generó rechazo en la AEB y el INPE y motivó la publicación de una nota aclaratoria sobre las capacidades del CBERS-4 y los logros alcanzados en el marco del programa, dejando en evidencia las tensiones existentes entre las instituciones por el proyecto Carponis-1.

Fuente: FAB

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