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Caída de un 55% en la inversión en el sector espacial Argentino

Las inversiones en fabricación, lanzamiento y operación de satélites, impulsadas por la Agencia Espacial (CONAE) y las empresas del Estado Nacional VENG y ARSAT se desplomaron durante 2016.  La tendencia continúa en 2017.

En Argentina hay tres actores principales que integran casi la totalidad de la inversión en tecnología espacial en el país: CONAE, la Agencia Espacial Argentina, VENG, empresa controlada por la CONAE a cargo del desarrollo de lanzador Tronador II y ARSAT, el operador satelital de comunicaciones estatal que colocara en órbita los satélites Arsat-1 y Arsat-2 construidos por INVAP.

El sector espacial se divide generalmente en Upstream, donde se incluye la fabricación, lanzamiento y operación de satélites y Downstream donde se agrupan los productos y servicios que se generan a partir de la infraestructura en el espacio. En el caso argentino, en el Upstream se encuentran las inversiones que CONAE, VENG y ARSAT realizan para el diseño y fabricación de satélites y lanzadores.

En los últimos 10 años la CONAE lanzó el satélite SAC-D/Aquarius (2011), ARSAT, los satélites geoestacionarios de comunicaciones ARSAT-1 (2014) y ARSAT-2 (2015) y VENG realizó una serie de pruebas con vehículos experimentales en su camino hacía Tronador-2, un lanzador con la capacidad de colocar 300 kilogramos de carga útil en órbitas bajas. La empresa estatal INVAP fue el contratista principal de los tres satélites mencionados y decenas de pequeñas y medianas empresas aportaron sus capacidades de ingeniería para su concreción.

La CONAE actualmente se encuentra desarrollando las misiones SAR SAOCOM-1A y 1B con fechas de lanzamiento para 2017 y 2019, la misión SABIA MAR conjunta con Brasil y la serie SARE de arquitectura segmentada; y ARSAT, en el marco del Plan Satelital Geoestacionario 2015-2035 aprobado por el Congreso Nacional como Ley 27.208, había comenzado a construir el tercer satélite de su flota.

Desde el año 2007 (donde se inicia el análisis) las inversiones en el sector espacial argentino fueron en una dirección marcadamente ascendente, empujando el crecimiento de INVAP y sus proveedores. La continuidad en las inversiones, para una industria de alto valor agregado que requiere de profesionales y técnicos altamente capacitados y de la acumulación de conocimiento en las instituciones para alcanzar los objetivos establecidos, es un elemento clave.

Como se muestra en el análisis realizado en este artículo, con la llegada de la Alianza Cambiemos al gobierno, las inversiones en el sector espacial argentino cayeron vertiginosamente un 55% en 2016. Este quiebre ya tuvo como consecuencia la migración de profesionales hacia otros destinos y comienza a cerrar el camino que Argentina había iniciado y que fuera establecido por ley en el caso de los satélites de comunicaciones, para posicionarse a nivel mundial en el diseño y fabricación de satélites.

En el caso de CONAE, su presupuesto asignado por ley fue ejecutado parcialmente al mismo tiempo que la moneda se devaluaba en un 40% respecto al dólar, por lo cual en términos reales la capacidad de compra del organismo se vio fuertemente afectada. En el caso de VENG, el presupuesto fue ejecutado en su totalidad, sufriendo solamente los efectos de la devaluación. En el caso de ARSAT, el más grave y desconcertante, la construcción del tercer satélite de la flota fue suspendida, generando una discontinuidad en los equipos de trabajo de INVAP y sus contratistas.

Al finalizar un año de gestión, las cifras de inversión realizada por ARSAT, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales y la empresa VENG SA, demuestran que durante 2016 la inversión satelital se redujo en un 55%. Mientras que en los años 2010-2015 la inversión nacional en el sector había llegado a valores superiores a los 200 millones de dólares por año y, entre 2013-2015 llegó a un promedio superior a los USD 250 millones anuales, esta gestión redujo la inversión en el campo satelital a sólo USD 127,2 millones.

La caída no se explica sólo con la devaluación de la moneda producida a principios de año, sino que también obedece a una caída en valores absolutos de la inversión de $2.725 millones durante 2015 a sólo $1.906 durante este 2016.

Fuente: elaboración propia en base a datos del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas. ARSAT, VENG, y CONAE.

Fuente: elaboración propia en base a datos del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas. ARSAT, VENG, y CONAE.

Fuente: elaboración propia en base a datos del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas. ARSAT, VENG, y CONAE.

Fuente: elaboración propia en base a datos del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas. ARSAT, VENG, y CONAE.

Consideraciones Metodológicas

Los datos que se consideraron sobre CONAE y VENG corresponden a la cuenta de inversión publicada por la Contaduría General de la Nación para el período 2007 y 2015 y estimaciones propias sobre los niveles de ejecución para 2016.

En el caso de ARSAT se consideraron cifras de la compañía para el período 2007-2015 y se tuvieron en cuenta los anuncios realizados por las autoridades para el año 2016.

El valor de la cotización en dólar corresponde a valores publicados por el Ministerio de Hacienda y Finanzas.

Sigue la caída en 2017

Para el próximo año, se estima que la inversión por parte de ARSAT continuará siendo nula ya que no obtuvieron autorización para iniciar Arsat-3 y el incumplimiento de la Ley 27.208 parece no tener hasta el momento consecuencias para las autoridades del Ministerio de Comunicaciones y del operador satelital.

En el presupuesto 2017 se establecen 345 millones de pesos para la inversión de VENG (19,2 millones de dólares) y 1.307 millones para la CONAE (72,9 millones de dólares). Por lo que indicaría una caída mayor en términos adquisitivos para el sector espacial argentino, considerando el ajuste del tipo de cambio previsto en la Ley de Presupuesto para el año 2017.

Por Gabriel Martínez (economista) y Guillermo Rus (Director Latam Satelital)

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